Otro encuentro casual (parte 2 de 3)
Fecha: 11/09/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: Toulouse, Fuente: TodoRelatos
... podían pillar. Javier se acercó a la oreja de María, le susurro que sabía lo que hacía y le mordió el lóbulo.
María cerró los ojos y se entregó. Intentó mover la mano para apartarse la braga del bikini. Javier se recolocó el paquete y se sacó la polla por encima de la goma del bañador suyo. No la penetró pero comenzó a frotar su polla entre las nalgas de ella. Con suavidad pero sabiendo lo que hacía.
María empieza a gemir sutilmente, Javier se sorprende y la pregunta si todo bien. Ella confusa, primero dice que no. Javier para y se acerca a ella, justo en el momento en el que rectifica y dice qué bien. Resopla y específica. Mal porque está muy cachonda y bien porque le encanta.
Javier se tumba junto a ella para hacer la cucharita. Le da un tironcillo del bikini y se lo deja a medio muslo. Manosea su culo de forma pasional y lo agarra con firmeza moviendo la nalga. A la vez, se dedica a darle besos y pequeños bocados por la nuca, hombro y cuello de María. A la vez que con la mano del culo, la sube para manosear sus pechos, apartando el bikini hacia arriba.
El relax y suavidad del inicio ahora se ha convertido en pasión y desenfreno. En mitad de esa vorágine, con tono ansioso, se escucha a María ...
... pedirle que la folle ya o les van a pillar. Javier, le da un beso en la mejilla y se arrima en cucharita. Arquea su brazo por encima de ella y le toca el pubis. Frota sus dedos entre el vello púbico arreglado y muy recortado. María al notar los dedos por sus labios y clítoris, tiene como varios espasmos de acto reflejo. Javier lo nota en su cuerpo y tiene una erección completa. Valiéndose de su mano, se agarra la polla y con los dedos intenta hacer hueco entre las nalgas de María.
En cuanto roza el ano de ella y su polla se apoya, Maria le dice que por el culo no, que lo tiene virgen. Javier se sorprende y no se lo cree. Ella le asegura y perjura que si. Javier se queda de cucharita en ese momento, se empieza a escuchar ruidos, al fondo procedentes de la casa. Javier salta como un muelle y le recoloca la braga del bikini y le dice en voz baja pero de forma apresurada, túmbate y finge que duermes, duerme, hazte la dormida. Y él mientras, rápidamente, se aparta se pone al revés y también se hace el dormido en la tumbona marina.
Llegaron los demás y disimularon despertarse y siguieron como si nada. Aunque las miradas de deseo eran difíciles de disimular. Por apenas unos segundos nadie se enteró de nada.