Mi ascenso
Fecha: 11/09/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: leandro74, Fuente: RelatosEróticos
... pija entraba cada vez más en la concha de mi esposa, hasta que en un momento se perdía toda dentro de ella, y pude ver cómo le llegaba su primer orgasmo, nunca la había visto retorcerse tanto, con sus mano apretaba el respaldo del sillón, hasta casi romperlo.
Una vez que se repuso, mi jefe la seguía cojiendo, así que decidí darle lo que yo creía iba a ser la frutilla del postre, me acomode detrás de ella, me ensalive la pija y la puse en la entrada de su ano, comense a presionar y costaba mucho que entre, así que de un empujón la metí hasta la mitad, ella dió un grito de dolor, así que me quedé quieto para que se acostumbrara, de a poco comencé a moverme muy suave, ella daba quejidos, y con cada movimiento me decía “así, así” para que sepa que no debía parar aunque le duela, el no paraba de cojerla con gran intensidad, y nuevamente entre sus gritos llegó su segundo orgasmo, prácticamente se desplomó, y nosotros no parabamos de cojerla, luego de unos minutos así, yo sentía que estaba por acabar, y le inunde todo el culo con mi leche, fue fantástico, su primera doble penetración la había disfrutado mi esposa como nunca.
Yo me salí de su culo, completamente satisfecho, pero mi jefe la seguía cojiendo, así que me di cuenta cuál era su intención, la agarro de los brazos a mi esposa y hago que se salga de el, y la acomodo en el sillón, dejando su culo a merced de mi jefe, era algo que no me quería perder, ...
... el acomoda su enorme pija en la entrada de su ano ya abierto, pero su cabeza era descomunal, hace presión y mete solo una parte, entre gritos y quejidos de mi esposa, se mueve muy lentamente y empieza a meterla cada vez más, ella solo se quejaba, para contenerla comienzo a besarla y a frotar su concha, y de a poco sus quejidos pasan a ser gemidos, el ya entraba y salía a gusto del culo de mi esposa a gusto, y por su cara, podía ver qué lo disfrutaba muchísimo, ella con cada embestida gemía como loca, hasta que el empieza a acabar, dejando toda su leche en el dolorido culo de mi esposa, cuando la saca, pude ver lo dilatado que le había quedado su ano, casi del diámetro de un desodorante, nunca lo había tenido así de abierto, así que una vez repuestos los tres, fuimos a dormir todos a su habitación.
Al otro día cuando me despierto, estaba solo en la cama, y al salir al comedor, veo como nuevamente mi jefe estaba cojiendo por el culo a mi esposa, pero esta vez ya sin dolor, antes de irnos, el me dice que había sido una noche increíble e impensada, y que quería que ocupe la oficina de la gerencia, así que todo se dió para bien, me habían dado un ascenso y habíamos cumplido la fantasía que teníamos, realmente puedo decir que esa noche nos cambió la vida.
Ahora soy gerente de la empresa y ganó realmente bien, y cada vez que tenemos reunión con el jefe, la hacemos en su casa, y obviamente junto con mi esposa.