Sometido por mi hermano 2
Fecha: 22/09/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Gays
Incesto
Autor: wighazza, Fuente: SexoSinTabues30
... estremeció bajo mi contacto y, a pesar de su irritación fingida, vi cómo su polla saltaba insistentemente por la falta de atención mientras discutíamos.
Milton inhaló bruscamente por la nariz, apretando los botones del mando hasta que el plástico crujió mientras continuaba su partida. -»Está bien…», murmuré, aceptando la decisión. Recogí su pene sin que él me lo pidiera y me incliné levemente hacia él, ajustando mi postura para conseguir mejor ángulo. Milton estaba sentado a mi izquierda, y siendo diestro, necesitaba ese pequeño reacomodo para evitar que mi brazo terminará en un calambre.
Pensándolo en retrospectiva para ese entonces mi hermano ya debería haber notado que era su perra.
Cuando Milton ganó el combate, las palabras ‘K.O.’ quedaron suspendidas entre nosotros sin ser celebradas, mientras la respiración de Milton se cortaba. Su mano libre voló hacia mi cabeza, enredándose en mis mechones con urgencia. Un tirón brusco —ni empujón ni guía, sino posesión— estrelló mi nariz contra la piel aterciopelada bajo su glande, inundando mis fosas nasales del ácido olor de sus fluidos. Sentí cómo todo su cuerpo se tensaba. El mando cayó al suelo con estrépito cuando su otra mano se unió a la primera, para anclarme allí a dos palmas, agarrándose como si fuera un salvavidas. -»Ah, mier… » El resto de su frase se desintegró en un gemido gutural cuando mis labios pasaron a lo largo de su miembro atrapando una gota amarga de la cabeza de su pene, obligado por su ...
... insistencia. Las caderas de Milton se sacudieron violentamente, separándose del sofá, hasta que el glande golpeó mi labio inferior. Un hilo espeso de líquido pre-seminal manchó mi barbilla.
Por medio de empujones su verga abrió mi boca y todo el calor de su instrumento se abrió camino presionando contra mi lengua. Sus muslos temblaban a ambos lados de mi rostro, los vellos ásperos rozándome las mejillas.
– »¡Dejate de juegos!» gruñó, pero la orden se desvaneció en un jadeo ahogado cuando ahuequé las mejillas y lo tragué más profundo. Su agarre en mi cabello se endureció, empujándome hasta donde mi garganta ceda, hasta que mi nariz se hundió en los rizos húmedos de su pelvis. Su intenso hedor corporal, cálido y casi animal inundó mis sentidos, el peso ardiente de su polla palpitando contra mi garganta. Los muslos de mi hermano se estremecían y abrían, brindándome más acceso, cada vez que me retiraba lentamente hacia atrás arrastrando mis labios a lo largo de la extensión de su miembro para que sólo la cabeza permanezca entre ellos. Un lloriqueo ahogado escapó de él cuando rodeé con mi lengua su sensible cabeza, saboreando el amargor resbaladizo que emanaba de su abertura. Sus abdominales se tensaron visiblemente, los músculos marcados contrayéndose con cada respiración entrecortada que tomaba.
Podía sentir la tensión acumulándose en su cuerpo. Sus huevos contrayéndose, su miembro palpitando contra mi lengua. Sus manos en mi cabello se apretaron hasta rozar el dolor, sus uñas ...