1. Un trío muy rico con mi hermanita y mi madre


    Fecha: 28/09/2025, Categorías: Incesto Autor: Marco, Fuente: TodoRelatos

    Esa noche fue un auténtico despendole, comí el coño a Dianita, la follé por todas partes y ella me comió a mí desde el capullo hasta la punta de los huevos, bueno, y también el ojete.
    
    Por la mañana me levanté ligeramente preocupado.
    
    ¿Cómo actuaría mi madre? La tarde anterior le había comido el coño a su hija mientras yo la empotraba por el culo.
    
    Fui directo a la cocina y la encontré preparando el desayuno.
    
    Nada más verla me quedé pasmado, llevaba un camisoncito corto que apenas tapaba las nalgas. Me aproximé por detrás, me pegué como una lapa y metí la mano por el escote para manosearle las tetas.
    
    Se giró sonriendo, me dio un pico en los labios y me preguntó si me había follado a mi hermana.
    
    -Ya sabes que sí. – respondí para no mentirla –
    
    Resopló aceptándolo pero noté que no le gustaba, quizás pensaba que a partir de ahora iba darla de lado.
    
    Subí un poquito el camisón, aparté lo justito la braga, y sacándome la verga del pijama la froté con su coño deslizándola por la raja.
    
    -¿Quieres follarme? – preguntó sin andarse por las ramas –
    
    Le daba igual que nos pillaran, estaba necesitada de sexo y todo la importaba un carajo. El viaje a Galicia nos había cambiado la vida, lo único que tenía muy claro es que estaba caliente como una perra y quería que la empotrara.
    
    Se inclinó en la encimera y empezó a mover el culo.
    
    -Métemela, cariño. – dijo llevando la mano a su entrepierna para coger el capullo y apuntarlo a la entrada de su coñito –
    
    -Pueden ...
    ... venir Diana o papá. – respondí preocupado –
    
    Sacudió mi capullo con los dedos y lo metió entre sus gajos impregnándolo con sus flujos.
    
    -Ummmm. Tu padre se ha ido y a tu hermana le importa un carajo – replicó muy excitada –
    
    Embocó el capullo en su hendidura y se echó hacia atrás hasta notar que penetraba en su vagina.
    
    -Ummmmm. ¡Fóllame! ¡Fóllame! – pidió apoyando la cara en la encimera y estirando los brazos –
    
    La sujeté por las caderas y comencé a embestir con la polla metiéndosela hasta las trancas, perforando su coño cada vez más fuerte y cada vez más rápido.
    
    -Auffff. Así, asíiii. Aaahh. Métemela más fuerte, mi vida. – gimió balanceando el trasero buscando desesperadamente mi polla –
    
    Oí ruido detrás y vi que Dianita nos espiaba, estaba junto a la puerta y se humedecía lascivamente los labios mientras sonreía divertida.
    
    Me puse cerdo perdido al saber que mi hermanita nos miraba y cogí por el pelo a mi madre.
    
    -¿La puta está salida? – pregunté tirando muy fuerte –
    
    -Auuuugggg. Si, cariño. – protestó doblando el cuello hacia arriba – Tu puta está deseando que la folles muy duro.
    
    Tensé cuanto pude su pelo, obligándola a mirar hacia el techo, y la metí una estocada que la hice levantar las piernas del suelo.
    
    -Ouuuugggg. ¡Cabrón! Vas a reventarme el coño por dentro. – grito dolorida –
    
    Se la metí otra vez empalándola y tuvo que apoyar la tripa en la tabla y levantar las piernas del suelo.
    
    -¿No querías que te follara muy duro?
    
    -Auuuuf. Siiii, ...
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