1. La aventura sexual de Los Simpson


    Fecha: 08/10/2025, Categorías: Humorísticos, Autor: Mark, Fuente: TodoRelatos

    ... algo menos ....católico.
    
    —Muestrale la revista Todd— dijo Rob casi en un susurro a su hermano. Pero Bart ya lo había oído.
    
    —¿Qué revista? ¿­Qué revista?
    
    —¡Cállate Rob! ­¡Esas revistas son malas!
    
    —¿Qué revista? ¿­Qué revista?
    
    —Esas revistas son malas, impuras. ¿quieres ir al infierno?
    
    —¿Qué revista? ¿­Que revista?— insistía Bart
    
    —Pues si son tan malas...porque no la tiraste en lugar de estar viéndola cada tarde en el baño.
    
    —¿Me pueden decir una vez por mil demonios de qué revista se trata?— gritó Bart exasperado.
    
    —Pues de una revista que nos dio el guía del campamento cristiano de Verano— dijo Rob
    
    —¡Tiene Hombres desnudos!
    
    —¡Changos! A que campamentos van ustedes...pero...puedo verla. Solo por curiosidad no es que …sí, sí, dámela, dámela— gritó Bart viendo a Todd agarrarla de detrás de su biblioteca.
    
    —Yo sigo creyendo que son hechos por computadora— dijo Rob— un hombre no puede tener un pipi tan grande.
    
    —¡Diablos Rob!, ­¡se llama pene!, o pija o chota, no pipi. Déjame verlos.
    
    —Pero con cuidado Bart, que no se te rompa, y no le digas a nadie porque lo negaremos.
    
    —Tranquilos amigos, no soy soplón... ¡­Vaya pedazo de pija que tienen estos chavos!
    
    Bart pasaba rápido las páginas deteniéndose más en unas que en otras. Había un joven bronceado sobre una reposera con un miembro en erección de unos 25 cm. Pero lo que más le sorprendieron fueron los osos, porque además de peludos tenían pijas casi gigantes, muy diferentes al maní que ...
    ... cargaba su obeso padre. Homero nunca se cuidaba demasiado por ocultar su desnudez, tanto dentro como fuera de su casa. Desde chico Bart había visto en que se convertiría su salchicha al crecer, en cambio Tod y Rob eran de lo más inexpertos. Quizás por eso se le ocurrió decir:
    
    —No están hechos por computadora, pero no todos la tienen tan grande.
    
    —¿Ah no...?
    
    —NO. ¿Nunca vieron la de su papa?
    
    —­¡No! ¿tu sí?
    
    —Claro que no, pero sí la del mío y no es para nada tan grande. Esperen aquí sentados, se me acaba de ocurrir una idea.
    
    Bart salió del cuarto. Sabía que Homero estaría por allí, pero le sorprendió lo fácil que sería todo al verlo. Se pregunto por qué Homero estaría afeitándose allí, en el baño de los Flanders, con la puerta abierta y apenas cubierto por una toalla. Parecía como si recién se hubiese terminado de bañar. Se acercó silenciosamente y justo cuando estaba detrás de él imitó el ruido de una ventosidad.
    
    —¡Papá, ¡¿en casa ajenas también te pedorreas?!
    
    —Ahhh, maldito demonio ven para acá
    
    Bart empezó a correr hasta la habitación de Rob y Todd.
    
    —Prepárense! — le dijo a los hermanos. Justo en ese momento entró Homero corriendo, cubierto solo por una toalla blanca que apenas lo cubría. Bart se dejó estrangular esperando que su padre se colocara en la posición justa y ahí le quitó la toalla dejando a la vista de los chicos al gordo en toda su desnudez.
    
    —Vaya — dijeron a coro— Es algo pequeña.
    
    —Bueno...— dijo Homero sonrojado y cubriéndose su ...
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