1. ABRIENDO LAS ALITAS, FINAL


    Fecha: 15/10/2025, Categorías: Gays Autor: Martian25, Fuente: SexoSinTabues30

    ... hicimos.
    
    –¿Qué hicimos? Es que casi no me acuerdo –agregó.
    
    –De todo, estabas bien caliente –contesté.
    
    –¿Te bañas tú primero o yo? Entra tú primero si quieres –dijo.
    
    Entré al baño y aproveché para lavarme el culito con la manguerita una vez más, la enredé en mi toalla cuando la saqué de mi mochila. Solo así me podría sentir limpio después de haber tenido el pene de René dentro de mí.
    
    Al salir, David me tumbó en la cama y me besó. Luego se bañó y apenas salió del baño, desnudos, calientes y enamorados, se recostó en la cama junto a mí.
    
    –Te amo. Me encantó estar contigo –dijo al momento de empezar a acariciarme.
    
    –Espera, ¿y si regresa tu hermano?
    
    –No va a volver pronto y no importa, él siempre me apoya en todo.
    
    Yo ya sabía por qué lo apoyaba, estuve a punto de preguntarle si su hermano le decía Nito, pero no dije nada.
    
    El día estaba caluroso y nos quedamos sin ropa recostados en la cama. David cerró los ojos y yo aproveché para admirarlo una vez más. Lo vi tan inocente acostadito a mi lado que no me aguanté las ganas y empecé a acariciarlo, primero le acomodé el cabello y luego mis dedos recorrieron toda su piel. Recordé cómo la lengua del profesor Miguel había recorrido mi piel y empecé a deslizar mi lengua lentamente por todo su cuerpo. Alternaba caricias moviendo la lengua en círculos, luego mordiendo suavemente o pellizcando suavemente su piel. David empezó a jadear y me detuve.
    
    –Sigue, sigue, se siente bien.
    
    No dejé ni un centímetro de ...
    ... piel sin lamer, acariciar o mordisquear. En cuanto se le puso un poco duro el pene se lo empecé a chupar. Necesitaba darle placer porque de esa forma él me daría placer a mí.
    
    –Ninguna chava me lo hace así –dijo y me sentí halagado.
    
    –Tú no te quedas atrás.
    
    –¿Yo? ¿que te hice? –preguntó incrédulo.
    
    –Me la chupaste, y bien rico.
    
    –Estás loco. ¿Yo te lo chupé?
    
    Asentí con la cabeza. Me recosté a su lado y continué chupándole el pito con muchas ganas.
    
    –¿Te gusta? –le pregunté.
    
    –Nomás no te lo vayas a comer –fue su respuesta y nos soltamos riendo.
    
    David se acomodó para alcanzar mi pene y empezó a acariciarlo, sin olvidar mis nalgas, mis muslos y mis piernas. Mi excitación volvió a elevarse.
    
    –Quiero tu verga –me obligó mi diablillo a pedir quedito.
    
    David no dijo nada, se quedó quieto acostado boca arriba. Como si nuestros pensamientos estuvieran sincronizados entendí su idea. Fui a mi mochila por crema para lubricarle el pito y mi culito. Luego me senté sobre él y me acomodé su pene entre las nalgas. En cuanto me entró todo empecé a moverme con ritmo y los dos empezamos a jadear. Primero me moví despacio, con cuidado, luego fui aumentando el ritmo. David tomó mi pene y sincronizó sus movimientos para pelármelo al mismo ritmo que me penetraba. Nuestros gemidos se mezclaban. Al conectarse la energía de nuestros cuerpos sentí que flotaba, que David y yo nos convertíamos en un solo ser hecho de aire, de nada, fuera de nuestros cuerpos. Fue divino alcanzar el ...
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