ABRIENDO LAS ALITAS, FINAL
Fecha: 15/10/2025,
Categorías:
Gays
Autor: Martian25, Fuente: SexoSinTabues30
... enterarse porque su hermano no sería capaz de revelar lo que hiciéramos, me perdí en el placer.
–Ay, cabrón, que rico estás. ¿Entonces qué, repetimos lo que hicieron? Imagínate que yo soy David –sugirió mientras guiaba mi mano hasta su pene.
René me empujó suavemente del cuello hasta que mis labios chocaron con su miembro, no valdrían mis palabras. Abrí la boca y me dispuse a complacerlo. Su pene era un poco más largo y grueso que el de David, mi yo “sexual” lo disfrutaba, pero yo estaba muy intranquilo, me sentía forzado, solo déjate hacer –dijo mi diablillo.
Luego de unos minutos de acariciarnos Rene se puso de pie y con algo de destreza, en segundos se puso crema en el pene y después guió mi cuerpo para acomodarme en la cama y penetrarme en diferentes posiciones. Me lo hizo de una manera un tanto brusca. Entonces, después de su orgasmo, René sugirió que yo lo penetrara. Me yo sensible se molestó por la erección de mi pene, parecía tener voluntad propia, querer penetrar a René, a pesar de que yo estaba ahí en contra de mi voluntad. Lo bueno fue que en mi mente, era el culito de David el que me daba placer, ojalá.
–Así Nito, así. Méteme la verga, toda, hasta el fondo –decía mientras le taladraba el culo.
Por sus palabras y porque vi que tenía los ojos cerrados, supe que René imaginaba que era hermano el que lo estaba penetrando.
–Qué rico estás –volvió a decirme en cuando terminamos.
En lo físico y en la manera de penetrarme se parecía mucho a David, ...
... pero no sentía con él la misma conexión, era sexo forzado, sin amor. Luego nos tiramos en la cama y en minutos me quedé profundamente dormido.
Y en la mañana ¡casi me muero!
–¡Hey! ¿Por qué estás dormido aquí? –me despertó la voz de David a media mañana del domingo.
Sentía mucho remordimiento y pánico de que David se enterara de lo que había pasado entre su hermano y yo. Me quedé sin aliento, mi corazón se detuvo, volteé a buscar a René. Me tranquilicé un poco al no encontrarlo y al darme cuenta de que yo tenía puesta la trusa.
–Buenos días –saludó René al entrar a la recámara.
Volví a respirar cuando vi que él estaba completamente vestido.
–Le dije que se durmiera aquí. ¡Cómo eres gacho! Lo encontré dormido en una silla a un lado de tu cama –dijo mientras me miraba de reojo.
–Yo me dormí en la sala. Espero que no hayan hecho “cochinadas”… con sus amigas –dijo en tono burlón.
David y yo nos volteamos a ver y sonreímos.
–Traje comida para el desayuno y ya me voy –dijo mientras me sonreía antes de retirarse.
–René, espera –le llamó David.
–Sí, ya sé, no vamos a decir nada, ¿verdad? –dijo René volteando a mirarme como si me lo dijera a mí.
Ese sería el último día que pasaría con David antes de terminar la escuela. René se fue y David me tomó de la mano para ir a desayunar, los dos apenas vestidos solo con la trusa, luego regresamos a la recámara.
–¿Te la pasaste bien? –me preguntó quedito mientras me abrazaba.
–Claro que sí, con todo lo que ...