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Hipotético trío (2)
Fecha: 16/10/2025, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Carolina1906, Fuente: CuentoRelatos
“¿Entonces…? Con mi copa de vino colgando de mi manos, presioné mis antebrazos contra el borde del bar y me incliné. “Todavía tenemos algo de tiempo antes de que esté listo el siguiente plato… ¿Ya pensaste en alguna pregunta para mí?” Últimamente habíamos estado jugando a este juego para alentar y enriquecer nuestras conversaciones en torno a nuestra aún incipiente y siempre cambiante vida sexual. Principalmente porque hablar de todas las posibilidades me excita muchísimo, pero también porque me gustan los agradables efectos secundarios que tuvo en nuestra conexión cada vez más profunda en general. Por suerte para mí, él estaba más que feliz de complacerme. “¡Hmmm…!” —Se limpió los últimos restos de comida de las comisuras de la boca y dejó caer la servilleta junto a su plato vacío—. “Sí, creo que tengo una.” “Muy bien. Déjame escucharla.” “Entonces, sé que te gustan las chicas.” “¡Oh, Dios mío!, es que las chicas son taaan guapas.” “¡Oh, Dios mío!, ¿verdad? Estoy de acuerdo. Cien por ciento. Pero mi pregunta es: ¿cuánta experiencia práctica tienes con ellas? Si es que tienes alguna.” Le di una sonrisa tímida. “¿Qué?”, se rio a la defensiva. “Nada. Me sorprende un poco que hayamos llegado a este punto de conversación.” “¡Qué, no puedo mostrarte toda mi mano así como así!” —Su rostro permaneció fijo en el mío mientras giraba de un lado a otro en su asiento—. “Tengo que jugar mis cartas sabiamente si quiero que estés cerca. Si nos ...
... apresuramos demasiado, te aburrirías de mí y buscarías a alguien más con quien jugar.” “¡Mírenlo! Es más que una cara bonita; ¡también aprende rápido! Simplemente me guiñó un ojo y tomó otro trago de su vaso mientras yo quitaba nuestros platos del camino y los ponía en el fregadero para más tarde. “Bueno, veamos.” —Me di la vuelta de nuevo para mirarlo, me incliné hacia el mostrador detrás de mí y crucé los brazos sobre el pecho, mirando al techo para crear un aire más pensativo a mi alrededor—. “Supongo que he salido con tres chicas. Una de esas situaciones era más bien platónica.” Sus cejas volvieron a mostrar curiosidad. “Es decir, estábamos bastante enamoradas, pero no nos acostamos. Y éramos muy felices así.” “Ah, sí. ¡Qué bien!, genial.” No había nada jocoso en su tono. “Pero… también me han propuesto, a veces literalmente, a hacer algunos tríos con las llamadas parejas heterosexuales.” Dejó de girar y no logró ocultar la forma en que se retorcía ligeramente en su asiento. “¡No digas…!” “¡Mmm… Ah!, y he asistido a algunas fiestas sexuales muy calientes solo para mujeres, así que…” —No pude evitar sonreír cuando sus cejas se deslizaron hasta la línea del cabello—, “supongo que podría decirse que mi experiencia práctica con las mujeres es bastante matizada.” No dijo nada. Se mordió el labio inferior como si necesitara morder algo. “¿Qué?” —pregunté. “Nada” —dijo con un leve movimiento de cabeza—. “Eso es… mucho más excitante de lo que ...