-
Haciéndolo con mi propio primo
Fecha: 26/10/2025, Categorías: Incesto Autor: REX, Fuente: CuentoRelatos
... decírselo. -¿Quieres que lo hagamos? -le pregunté. -Sí, no hay nada que desee más en este momento -me respondió- ¿Y tú? -Yo también quiero que lo hagamos, pero… -me detuve- Aún soy virgen… -¿Y eso te preocupa? -me contestó sonriendo- Yo también lo soy y no se me ocurre nadie mejor para dejar de serlo que tú. Estábamos a punto. Se puso encima de mí y, tomando su polla con la mano, la conduje hasta mi estrecha cueva. Empecé a notar cómo iba entrando, despacito, con cuidado para no hacerme daño. Mi primo gemía con suavidad, yo aguanté la respiración hasta que por fin sentí que me había entrado del todo. No pude evitar soltar un fuerte gemido que hubiera despertado a mis padres si mi primo no me hubiese tapado rápidamente la boca. Empezamos a movernos rítmicamente, gimiendo despacito, entre besos y caricias. -Voy a correrme -me susurró. Yo también estaba a punto de hacerlo, pero conseguí mantener la cabeza fría el tiempo suficiente como para hacer algo de lo que siempre me habían hablado mis amigas y por lo que sentía una inmensa curiosidad. Saqué su polla de mi coño y le hice ponerse a horcajadas sobre mi estómago. Me puse su duro y caliente ...
... miembro entre mis tetas y empecé a hacerle una cubana, como decían mis amigas. Estaba loca de placer, la polla de mi primo cada vez estaba más hinchada y dura, hasta que, por fin, se corrió con fuerza alcanzando mi boca con su semen. Yo aún no me había corrido y mi primo lo adivinó, así que descendió por mi cuerpo con su polla aún rezumante de dulce y blanca leche y empezó a chuparme el coño. Era la primera vez que alguien me hacía eso y sentía una sensación de lo más extraña, aunque eso no evitaba que me sintiese excitadísima. Siguió chupando y lamiendo el tiempo suficiente para que yo explotase en un potente y estremecedor orgasmo que me hizo temblar de la cabeza a los pies. Nos besamos suavemente, me levanté y me fui a mi cama. Después de esa noche lo hicimos todas las noches hasta el final del verano. Tenía la esperanza de que el año siguiente sería igual, pero mi primo encontró novia y se casó en julio del año siguiente. El día de su boda, cuando me acerqué a darle la enhorabuena, me dio dos besos y me sonrió de una forma que solo él y yo entendimos. Aún me queda el recuerdo de aquel verano y con ese recuerdo me masturbo siempre que me siento triste.