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Confieso haber vivido / Natalia (reeditado)
Fecha: 26/10/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Aureliano, Fuente: TodoRelatos
... rompiéramos una regla establecida en el grupo de amigos, rozando lo permitido y lo que no, juego que ya habíamos pasado ambos, pero ahora estábamos solo y el grupo de amigos ya no existía, al menos no como antes. Ella no tenía ni un pelo de tonta y yo tampoco. Sus nalgas se dividían apoyándose en cada una de mis piernas quedando mi erección hermosamente ubicada en el lugar correcto y no era momento para tonterías o disimulos, pero tampoco para prisas. Ella sentada sobre mí, de un momento a otro iba a sentir mi erección y no iba yo a hacer nada por ocultarla. Mis manos acariciaron su espalda, sus brazos, su cuello, su pelo y todo lo que estaba a mi alcance con una falta de apuro divina. Íbamos hacia una situación de calentura de no retorno que debíamos aprovechar, lo que dio lugar a que su resfriegue sobre mi sea más intenso, giro su cuerpo lo gusto y necesario para que el comernos la boca sea un movimiento sin esfuerzo y deseado. Ahí estábamos, ella sentada arriba mío de costado, besándonos, pero casi sin abrazarnos y el lugar se ilumino violentamente seguido de un estruendo ensordecedor que anticipaba una tormenta que se desataría con toda la furia en los próximos minutos. Me levante de mi asiento y tomándola de la mano y nos fuimos juntos a la terraza. Abrazado a ella desde atrás apoyando todo mi cuerpo en ella quedamos los dos mirando el cielo, disfrutando de como los rayos iluminaban todo para luego escuchar los truenos produciendo que casi en un acto reflejo ...
... ella se pegue más a mí como buscando protección y terminó girando para pegarse fuerte a mi, clavándome sus dos tetas en el pecho mientras nos regalábamos uno de los besos más lindos que me hayan dado en la vida. Era una típica tormenta de verano luego de varios días de calor sofocante. Ella había vuelto de su casa con un vestido de esos que no son ni sueltos ni ceñidos al cuerpo apenas por debajo de la cola y de una tela que era imposible dejar de acariciarla y de ahí nos fuimos terminado de desprender de esos tontos, pero genuinos límites de amigos adolescentes. Protegidos por los muros de la terraza nos quitamos la ropa mutuamente quedando solo nuestra calentura expuesta ante nosotros y la tormenta. Me senté en uno de los sillones que tenía en la terraza siendo correspondido con mi movimiento el del cuerpo de Nati sentándose sobre mi pegándonos en beso y abrazo de todo cuerpo con una intensidad desbordante (ponerse en situación de edad, y hormonas de ambos please… ) quedando mi verga entre sus labios vaginales, sintiendo sus movimientos, mientras nos besábamos y nos tocábamos todo. Como en toda tormenta de verano el viento cesó y comenzaron a caer gruesas gotas de lluvia sobre nosotros, nos miramos con diversión y disfrutamos de ese alivio que caía sobre nosotros e intentaba refrescar una calentura que solo iba en aumento. Ella puso sus pies en él piso levantando su cola y tomando con una de sus manos el tronco que tenía entre sus piernas apuntó a su lugar de placer y ...