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El tutor
Fecha: 28/10/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Fetichismo Masturbación Autor: Briefs, Fuente: SexoSinTabues30
... indiscutible de la masculinidad compartida. Volvió en sí. Javier le había tocado el hombro, esperaba una respuesta, impaciente. Prometió una solución, pero por su rostro y su voz era obvio que no la tenía. Sintió un vuelco en el estómago al ser consciente de que traía la verga erecta frente a su colega. Disimuladamente bajo la vista para observar si era notorio, la ajustada trusa lo salvó, ayudando a contenerla. Caminar de regreso al anexo de maestros y administrativos fue una tortura, su pito apuntaba hacia el ombligo, sobresaliendo por el resorte. El resto del día se mantuvo ocupado en sus labores y además prolongó una hora su rutina en el gimnasio para calmarse, aun así no lograba dormir pensando, más bien, fantaseando sobre las noches pajeras de sus alumnos, que en ese mismo momento debía estar sucediendo. Sentía remordimiento por calentarse, y trataba de acomodar el chile durísimo dentro del bikini. Lograr que la cabeza dejara de salirse por una pierna o la otra, solo le dió unos cuántos segundos de calma. Sin darse cuenta comenzó a frotarla con el índice, recogiendo el precum que escurría a través del fino algodón. Junto y abrió los dedos repetidamente contemplando cómo cada vez se formaba un puente viscoso y transparente. Al contrario ...
... del ala estudiantil, en el edificio de personal no había limitaciones al papel, haciendo más fácil borrar la evidencia de sus pajas. Aun así, casi a diario veía en sus calzones rastros de precum y orina, lo que consideraría normal en cualquier hombre. ¿Javier notaría las manchas?¿Estaría él y sus ayudantes al pendiente de la actividad genital de cada residente de la academia? ¿Por qué le excitaba tanto imaginarlos revisando todas las trusas? Finalmente pudo dormir unas cuantas horas, pero al despertar supo que eso tampoco calmó su verga. Aún era de madrugada. Decidió dirigirse al anexo de los alumnos de secundaria, más impulsado en su excitación por atraparlos en flagrancia que por haber encontrado una forma de abordar el tema. Ahora, en el estrecho dormitorio, sentía el palpitar su desatendido pene. Sin darse cuenta, había avanzado entre las literas hasta estar enfrente de la prenda que vio caer. Los primeros rayos de sol fueron suficientes para notar vellos púbicos y manchas blancuzcas todavía húmedas sobre la tela negra del bikini, que no había perdido la forma del paquete de Sandoval. El olor de la habitación y ese calzón mequeado recientemente confirmaban que la historia de Javier no era exageración, sus alumnos eran chaqueteros consagrados.