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Contacté con Carmen, una madurita casada
Fecha: 31/10/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: MaduritaxLover, Fuente: CuentoRelatos
Lo que os voy a contar aquí es una historia real que sucedió hace un tiempo. Andaba yo chateando como habitualmente en un canal de parejas, a veces para pasar el rato o simplemente porque en ese momento no tenía a ningún amigo con el que charlar. Un nick me llamó bastante la atención, más que nada por las cifras que contenía al final, el número 42, ¿tendría esa señora 42 años realmente?, ¿ erá un bromista como tantos otros que se entretienen en el chat perdiendo el tiempo ellos y haciéndoselo perder a los demás?, seguramente si pero… había que arriesgarse así que pulsé mi botón derecho del rato, pinché en “Abrir conversación” , y puse la primera frase. Era una mujer de 42 años, se llamaba Carmen y trabajaba en una mercería en el centro de la ciudad, me mandó su foto y realmente era preciosa, rubia, con un tono bronceado de piel y un tatuaje en su monte de Venus… su sexo rasurado, el tatuaje era una especie de tigre o gato en tribal parecido a un conocido símbolo en los aviones caza del ejército español. Seguimos charlando y me contó que su afición era el sexo, que estaba sola y aburrida y que yo no estaba mal en mi foto. Soy un chico de 21 años, que tengo un puntillo resultón, aunque intento cuidarme al máximo, pero bueno, uno no siempre es como desearía ser… de todas formas creo que para mi edad estoy bastante pasable. Quedamos al final después de que me llamase a mi móvil, y apareció, era tal y como se veía en la foto, e incluso más guapa todavía si puede ...
... ser. Muy elegante, educada y con mucha clase. Me presenté, nos dimos un par de besos y nos sentamos en una mesita apartada de aquella cafetería. Comenzamos a hablar un poco de todo, era muy simpática y creo que nos caímos bien desde el primer momento, ella se montaba tríos con su marido, pues era una mujer bastante liberal, yo prefería estar con ella a solas al menos la primera vez y más adelante ya se vería, aunque supongo que no tendría ningún inconveniente en hacer un trío con ella junto a su marido. Después de un rato hablando me invitó a que la acompañase a su casa a tomar una copa lo cual acepté con mucho gusto. Subimos, era un quinto piso sin ascensor puesto que era una casa un poco antigua, pero muy reformada por dentro y la decoración me gustó bastante. Yo le conté algunas de mis fantasías, y me sorprendió con una frase. —Cariño, yo en 26 años casada he hecho de todo así que no me parece mal nada de lo que me dices. Me sirvió un whisky con coca-cola el cual fui apurando poco a poco, al mismo tiempo Carmen puso en la televisión una película porno donde salía una señora de su edad también muy bien conservada comiéndose el tremendo miembro del mayordomo del chalet, que era un joven mulato de mi edad con una tranca de no menos 25 cm. —Joder, qué pollón que tiene el mulato ¿eh? —Sí, la verdad es que sí. —Y tú qué tal andas de músculos en el brazo y el pecho ya veo que nada mal y ¿qué tal está este músculo? Empezó a acariciar mi paquete a través del ...