- 
        
En el salón de clases con mamá
Fecha: 31/10/2025, Categorías: Incesto Autor: Atrevido, Fuente: CuentoRelatos
... mamá se separó de mí y se acostó de lado en el escritorio, y me dijo: –Ven Gael, sigamos pecando amor, si ya dimos este paso, que sea para siempre y nuestra pasión sin límites… ya nada me importa ni me detiene, en ti he encontrado lo que mi vida y mi cuerpo necesitan… Me acomodé atrás de mamá y nuevamente la penetré suavemente, tan suavemente que mamá con un profundo suspiró aprisionó todo mi sexo y lo mantuvo por unos instantes… –Me haces tan inmensamente feliz cariño, que a mis años estoy sorprendida de poder disfrutar de esta ardiente pasión que en mi cuerpo has despertado Gael de mi vida… –Me alegra y me emociona mamá poder ser tu hombre, me haces sentir como si fuera realmente un excelente amante… Con estos comentarios la sangre que ya la tenía enardecida, con más furia circuló en mi cuerpo y aceleré repentinamente mis penetraciones sujetándola por su cintura con lo que las bombeadas fueron profundas y vigorosas… –Ay cariño… me matas… estás acabando conmigo… estoy a punto de… aghhh… Me entregué a un frenético vaivén sobre la vagina de mamá, mi sexo se perdía totalmente en su ardiente vagina, salía y entraba, deslizándose como pistón, mi madre estremeciéndose en su orgasmo, contrajo sus músculos sexuales y clavándole ...
... todo el miembro explote dentro de mamá, llenando de ardiente leche toda su intimidad… Mi madre volvió a contraer su vagina aprisionando mi sexo y exprimiéndole hasta la última gota de leche que fui capaz de darle… –Eres todo un hombre Gael, cariño mío… me has hecho inmensamente feliz, sigo como entre nubes, como nadie me había hecho sentir… –Es tan solo que nos excitamos demasiado mamá, yo también estoy que no creo esto irrealmente maravilloso… eres divina mamá… muy divina, exquisita, ardiente y deliciosa… estoy orgulloso de ser yo quien te disfrute mamá… A pesar de las contracciones suaves de mamá, mi sexo se fue poniendo flácido y poco a poco salió del horno que aún era la vagina de mamá… Una vez repuestos de nuestro lance amoroso, empecé a vestir a mamá y a darle de besos en las partes de su cuerpo que según la iba vistiendo me quedaban al alcance de mi boca, ella se dejó vestir tranquilamente, acomodándose bien sus prendas… –Que caballero tan gentil tengo por hijo, creo que soy infinitamente afortunada, tengo todo para ser feliz… dijo mi madre arreglándose su hermosa cabellera. Me vestí en un instante y acercándome a ella, la besé en la boca y abrazándola por su cintura, le susurré al oído: –¿Nos vamos mamá? Fin