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Las aventuras de Benito y su perro “Husme” XI
Fecha: 06/11/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos
... tres hermosísimas mujeres que estaban en su cama disfrutando, que en la propia película ya que al tener el espectáculo en directo era mucho más apasionante. En aquella posición, despatarrado y con una erección imposible de detener, miraba y escuchaba los jadeos y susurros de sus compañeras de cama, hasta que en un momento fue Fátima la que dijo entre gemidos y jadeos: -Joder Gracia, … tu sí que sabes … hacer disfrutar a una mujer, … que arte tienes comiéndomelo ... No sé si después de conocer tus caricias … podré dedicarme a Marisol, … por muy buena que este ... Ohhhh … Ohhhh -Ella lo hace mucho mejor que yo, siempre ha sido la que tomaba la iniciativa, se comporta como un hombre dominante, y sabe que hacerte en cada momento para llevarte al cielo. Aunque estos últimos meses parece que ha estado bastante mal, entre que se ha muerto su esposo y la pareja que ha tenido los últimos quince años la dejo, estaba bastante deprimida. – dijo Gracia haciendo un paréntesis en su esfuerzo bucal – Por eso creo que tú la puedes animar y hacer que recupere su alegría. -¿Y yo tengo alguna posibilidad con semejante hembra? – pregunto Benito de forma cándida – ...
... Porque hay que reconocer que, si ahora está más buena que en la película, tiene que ser la leche. -A solas contigo ni de coña. – le dijo Gracia – Pero si se llega a encaprichar de Fátima, y si ella se lo pide no creo que ponga ningún impedimento para montarse un trio contigo y ella. Solo de pensarlo Benito sintió una punzada en sus testículos avisándole de que de nuevo iba a eyacular, y a pesar de que aviso diciendo: - me viene, que va, que me vengo, que me corro … no tuvo fuerzas ni para mover sus brazos que mantuvieron sus manos tras el cogote a la vez que miraba asombrado como su cipote cimbreaba y escupía semen a diestro y siniestro sin control alguno, empapándose a sí mismo y a sus tres salidas compinches, consiguiendo de esa forma terminar con semejante espectáculo sensual, voluptuoso y lascivo, ya que tuvieron que ir los cuatro al baño y utilizar el yacusi, donde las tres mujeres terminaron de desahogarse completamente, y esta vez ante la apatía total de Benito que estaba absolutamente agotado, pero que no perdió detalle. Una vez relajados y con la sabanas cambiadas, durmieron los cuatro juntos absolutamente relajados y felices.