Viejas costumbres - Relatos Eróticos

Viejas costumbres

Todo comenzo el sábado por la mañana, mi madre se edra probando ropa en su habitación y me llamó para que fuera a darle consejo de como le quedaba, cuando llegué hasta su habitación me sente en su cama, ella llevaba puesto entonces un vestido rosa fucsia de tirantes bastante escotado que le quedaba precioso, no podia parar de mirarle el culo espectacular que le hacía dicho vestido y en las ganas que tenia de comérselo, pero ella no estaba conforme y decidió seguir probandose otros vestidos. Me dijo que tenia mas vestidos y que quería que yo le siguiese ayudando, cual fue mi sorpresa cuando alli mismo delante de mi se desnido para probarse otro vestido distinto, en ese momento ella hizo que mi pene se pusiera tan dura como una piedra, ella me ponía muchísimo y volver a verla desnuda nuevamente, era una sensación maravillosa, quería que se volviese a dar de nuevo la situación que pasó entre nosotros semana atrás pero no me quería precipitar.

Me di cuenta de que debajo no llevaba nada pudiendole apreciar con perfecta claridad que no estaba depilada y que se estaba dejando vello en el coño. Mientras buscaba desnuda otro vestido me quede mirandola sin que ella se diera cuenta, entonces saco del armario otro vestido, esta vez de color marrón bastante escotado que le quedaba como un guantes, después de mucho decidir y de mucho pensarlo se terminó decidiendo por este último con un poco de mi ayuda. Después de decidir la elección del vestido para esa noche ella me dijo "muchas ...

... gracias por ayudarme con esto cariño, no sabía que hacer y tu me has ayudado mucho" despues de decirme eso no pude parar de pensar en ella. A la mañana siguiente, mi madre estaba durmiendo en su habitación cuando entré para darle los buenos dia. Llevaba un vestido gris de tirantes negro con estampados de lunares, se le habia levantado un poco y al ver que debajo no llevaba nada decidi empezar a rozarle las nalgas con mi pene, me acosté junto a ella haciendo la cucharita pegada a ella y acto seguido le fui a tocar las tetas, me había despertado muy cachondo. Poco despues mi madre se despertó al verme se dio media vuelta lentamente mientras yo le sacaba las tetas del vestido manoseandoselas con suavidad, ella me decía que habíamos acordado que no volveríamos a hacerlo pero me era imposible tengo una madre que me pone muchísimo y no podia desaprovechar la oportunidad, al sentir mi polla pegada a su culo ella desplazó lentamente hacia abajo su mano izquierda agarrandonela con ella yo le decía que con ella estaba genial y ella asi me lo decía pero me decía que era mi madre y que no estaba bien. Continúe agsrrandole las tetas rozandole los pezones y provocado que se le escapase algún que otro jadeo de placer, la temperatura seguía subiendo entre nosotros y ella se estaba poniendo cachonda por mucho que me dijera que no podia pasar nada entre nosotros. Finalmente ella me dijo que le apetecia muchísimo tener sexo conmigo pero que quedaría entre nosotros fue entonces cuando me agarró el ...