1. Una herencia inesperada X


    Fecha: 08/11/2025, Categorías: Incesto Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos

    ... pedazo de hembra.
    
    -Envidiosa, que eres una envidiosa. – dijo riendo Esther – Seguro que te encantaría estar con tus hermanitos.
    
    -Y a ti también, no te jode. – la contesto Ana – Pero me sabe mal por Carlota, igual se lo toma a mal, porque creo que Mel la hace algo más que tilín.
    
    -Por cierto, es estresante dormir sola en esta casa. – dijo entonces Elena – Porque ayer por ejemplo yo dormí fatal, me tuve que consolar varias veces yo sola, entiendo cómo se siente Anastasia.
    
    -Claro, porque los demás estuvimos bien acompañados. – comento Esther – Inés con Andrea, Julia con Mary, y Mel, Carlota, Ana, Yoli y yo, en comunidad. Solamente durmió sola Elena.
    
    -Y el primer día la única que durmió sola fue Yoli, - dijo sonriendo Ana – Pero por la mañana se desquito.
    
    -Pero esta noche al parecer hemos dormido solas, Anastasia, Carlota y yo. – volvió a comentar Esther – Cuando estaba encendida fui a buscar a Mel y al no estar en su habitación, fui a la de Ana y luego a la de Yoli. Llegue a creer que estabais en la habitación de Carlota y pille un cabreo enorme. Casi no he dormido y cuál ha sido mi sorpresa al oíros reír en el cuarto de Julia y Mary.
    
    En ese momento entraron en la cocina Inés y Andrea, a las que se las veía contentas y felices, diciendo la primera:
    
    -Buenos días, hoy nos hemos quedado dormido. Pero no sé qué pasa en esta casa que estamos a todas horas cachondas, esta noche nos hemos despertado varias veces y en todas con la libido desatada.
    
    -Cuando ...
    ... sepáis los motivos vais a flipar. – les dijo Ana – Desayunar y luego os contamos algo que os va a dejar anonadadas.
    
    -Por cierto, ¿Dónde está mi tía?
    
    No siguió hablando Andrea porque en ese momento entro como una bala Mel que cruzo la cocina corriendo y desapareció por la puerta que daba a la cochera. Todas se quedaros extrañadas, pero antes de que reaccionasen y pudiesen decir algo, volvió Mel a cruzar en sentido contrario, aún más aprisa y con la segunda camilla de masaje bajo el brazo.
    
    -¿Qué es lo que pasa? – pregunto ahora Inés - ¿Y Carlota, donde esta?
    
    -Supongo que tu hermana estará con Yoli y Anastasia. – dijo con cara de guasa Elena, y dirigiéndose a Esther comento – Como tú has dicho ha dormido sola y supongo que ahora Mel se habrá ha ofrecido a darle un masaje, mientras Yoli se lo da a Anastasia, por eso ha bajado desesperado en busca de la camilla.
    
    Ante la cara de extrañeza de las dos recién llegadas, entre Ana y Esther les explicaron de forma muy resumida lo acontecido aquella noche, y el motivo de que en la casa hubiese un clima sexual enardecido, que de alguna forma explicaba también lo ocurrido las noches anteriores, ya que Mel se había encargado de poner la calefacción a las siete de la tarde, y de quitarla a las siete de la mañana.
    
    Habrían pasado unos treinta minutos desde que empezaron a contarles la odisea nocturna, cuando escucharon un grito de mujer desgarrador, y se quedaron todas petrificadas pues dio la impresión de que alguna había sufrido ...