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La brocheta de Fergie
Fecha: 10/11/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Fergie, Fuente: TodoRelatos
... también estaba interesado en hacer algo más, pero no se animaba a proponer algo. Estando en eso, de pronto llegó Sergio y se sumó a la conversación. Al principio, eso me molestó un poco, ya se imaginarán, jajajajaja, pero obviamente era el anfitrión y mi amigo, así que no podía ser cortante con él. En todo caso, la conversa prendió, porque ambos recordaban anécdotas juntos y se notaba su cercanía. Ya casi me estaba poniendo celosa, cuando Sergio se me acercó y me susurró al oído una invitación: si quería ir a la habitación principal (en el segundo piso del dúplex) con los dos. Desde luego, no me hice de rogar, y mis compañeros tampoco. El ambiente era ultra liberal, así que no había necesidad de fingir nada. Subimos tranquilamente, mientras la fiesta continuaba. Sergio ni siquiera le puso llave a la puerta. Quedamos los tres en una habitación muy amplia y desordenada. Había muchos libros, juguetitos y cosas innecesarias. La cama principal eraKing size, pero además había unos de esos divanes tántricos que a veces hay en los moteles (según me han contado, jajaja). El dueño de casa tomó la iniciativa y se colocó detrás de mí, murmurando cuánto me había echado de menos en los últimos meses, mientras sus manos no perdían el tiempo. Yo llevaba puesto un top de encaje blanco muy escotado y sin mangas, en conjunto con un pantalón ajustado también blanco y sandalias. Aquellas manos abrazaron mi cintura, para ir subiendo lentamente hasta posicionarse sobre mi busto. Mateo ...
... estaba delante de mí y miraba la escena con gran interés. Sin complicarse mucho, Sergio cogió el ribete del top y lo jaló hacia abajo, dejando libres mis tetas, lo que fue un inmediato aliciente para los tres, jajajajajaja. Con mis pechos expuestos, Mateo dejó el rol de observador y se acercó mucho más, besándome el cuello de manera muy rica, bajando luego sus labios hasta mis pezones, para lamerlos y chuparlos, mientras sus manos acariciaban mi piel. Por detrás, Sergio también jugueteaba conmigo, me besaba, me murmuraba cosas sucias, pero sobre todo punteaba mi trasero. Como ven, las cosas se pusieron bastantehot; yo estaba entusiasmada por la situación y quería más. Cuando pude, le quité la camiseta a Mateo, recorriendo su abdomen trabajado y su ancha espalda, que me fascinaron. No me quise detener y de inmediato le desabroché el cinturón y el pantalón. Sin timidez (por fin), el brasileño se quitó esa prenda y enseguida el bóxer, dejando a la vista una verga grande, oscura y bien parada, que me pareció digna de una“chupadiña” para empezar, jajajajaja. Entonces me acomodé, de rodillas frente a Mateo, agarrando su miembro para asegurarme de que estuviera bien duro (¡lo estaba!), y retrayendo su prepucio para verle la cabecita en gloria y majestad. El chico estaba expectante, se veía en sus ojos y eso me daba más morbo. Pero, como recordarán, esto era un trío y mi amigo Sergio no se iba a quedar mirando, jajajaja. No es que lo hubiésemos ignorado, pero sí admito que ...