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Mariana y una lección de sexo
Fecha: 11/11/2025, Categorías: Hetero Autor: Pepitito, Fuente: CuentoRelatos
... lo que vino fue una tremenda corrida de Mariana que arqueó su cuerpo, me apretó la cabeza con sus piernas mientras gritaba… que lindo, que hermoso, te quiero, te quiero… y descargó sobre mi boca nuevos y abundantes jugos que se me escaparon por la comisura de mi boca. Mientras recuperaba su respiración, acezante me dijo… Estuvo genial, nunca había sentido tanto placer… La dejé recuperarse y me tendí a su lado acariciándola. Después de todo ese trajín yo estaba recaliente y mi picha apuntaba al techo dura como una roca. Necesitaba descargar. Cuando Mariana normalizó su respiración y se percató de mi estado dijo… pobre alma, tieso y caliente… creo que llegó tu momento… me entrego a ti… ¿cómo quieres?… No respondí, la puse de costado enfrentada a mí y le puse la verga entre sus labios vaginales y me moví suavemente repetidas veces para luego ponerla de espaldas levanté sus piernas sobre mis hombros y colocar mi virilidad en la boca de su vulva. Muy despacio fui metiendo mi ariete con la idea de gozar cada centímetro de avance. El conducto no parecía haber sido muy trajinado porque lo notaba estrecho, lo cual acentuaba mi goce al sentir presión sobre mi verga. Me acompañaban los gemidos de Mariana. Cuando sentí haber llegado al final con mi falo totalmente hundido en su cueva, comencé a sacar y meter despacio primero y luego con todo el ímpetu que me daban mis caderas. Finalmente, no pude contenerme más y comencé a derramarme con fuertes descargas que llenaron el ...
... interior de su concha, mientras oía el beneplácito de Mariana que pedía más y más mientras repetía un fuerte orgasmo. Los cuerpos rendidos por tanta fajina sexual reclamaban reposo. Y fue así que nos quedamos dormidos tomados de la mano. Nos despertamos a la madrugada. Aún no había salido el sol. El baño nos esperaba para satisfacer nuestras necesidades y para higienizarnos un poco. Regresamos Al lecho y reiniciamos los juegos sexuales. Nuevamente nos complacimos, esta vez con un 69 que disfrutamos a morir. Mariana seguía enamorada de mi verga y repitió su repertorio de lamidas, besos y chupones que lograron endurecer el miembro y prepararlo para otro tipo de acción. Por mi parte, enfrentado nuevamente al coño de mi amiga, gocé e hice gozar con un repertorio interminable de lamidas y chupones. Comer esa vulva era un delirio de placer. Estuvimos largo rato jugando y dándonos placer, pero mis intenciones, y creo que las de Mariana también, era volver a follar. Con un movimiento rápido me puso de espaldas y se montó arriba mío. Con suma delicadeza tomó mi verga y la acomodó en la entrada de su vagina para comenzar a deslizarse lentamente buscando una penetración profunda. Y lo logró. Su goce fue tan grande que iluminó su cara con una sonrisa de satisfacción. Por mi parte, llegado a ese punto, tomé con mis manos los delgados cachetes de su culo y comencé a pujar con fuerza haciéndola gemir… dame tu leche papi, quiero que me llenes… esto es hermoso, cuanto placer… me falta ...