La excursion naval - Relatos Eróticos

La excursion naval

... la boca sin más resistencia y Omar la penetraba apretando con su mano la cabeza de Gema contra sus genitales, una y otra vez, una y otra vez… hasta que con unos gemidos de placer se corrió dentro de su boca. Luego fueron los demás, sin ninguna resistencia la follaron su boca. Todos menos Hassan eyacularon dentro de ella.

Sin demoras llegó el turno de Patri, que resistió 4 latigazos y dijo basta justo cuando el quinto latigazo estaba en el aire, por lo que no se libró del mismo. Su espalda quedó también destrozada y sanguinolenta. Del mismo modo, fueron bajadas las cadenas que la sostenía del techo hasta quedar de rodilla en la tarima, y fue abusada por la boca por todos ellos. Hassan fue el primero en hacerlo, sujetándola la cabeza con ambas manos, colocó la boca cerrada de la chica frente a su polla, con cuya punta erecta acariciaba sus labios. Tampoco mostró demasiada resistencia y tras un tirón de pelo, optó por abrir su boca que inmediatamente fue ocupada por aquella polla. Se movía dentro de ella, a veces algo violentamente, hasta que eyaculó dentro. Luego la violaron oralmente los demás. Ahmed, aunque se acababa de correr en la boca de Gema, volvió a eyacular en la boca de la otra chica. Por el contrario, los dos Omar solo la follaron por el placer de usar su boca, pero no volvieron a eyacular.

-Bueno chicas, se portaron bien, vamos a concluir por hoy y las veremos en breve para la cena.

Antes de salir de la sala, ordenaron a los guardianes y a Fátima que ...

... liberaran a las chicas y procedieran a curarlas y vestirlas.

Fátima había permanecido ajena a todo, en un rincón, sin decir palabra ni movimiento alguno, pero en sus ojos se dibujaba la tristeza y lástima.

-Fátima por favor, deshazte también de todas esas ropas sucias, indicó el último de ellos mientras salía de la sala y luego acompaña a nuestros guardianes a hacer las curas y después habla con las chicas como tú sabes hacer.

Estaba claro que no querían que los dos gorilas se quedasen a solas con las chicas y pudieran hacerlas algo.

Fátima recogió todas las ropas de las chicas, mientras los dos guardianes solicitaban a las chicas que se levantasen y les siguieran.

Gema y Patri, desnudas, recorrían lastimeramente el largo pasillo en dirección a su camarote, seguidas muy de cerca por los guardianes y por último Fátima, que acababa de depositar en un contenedor las ropas y ahora llevaba consigo un pequeño maletín cuyo logo exterior indicada que se trataba de un botiquín.

Los 5 entraron en el camarote y ordenaron a las mujeres que se tumbasen bocabajo en la enorme cama donde habían dormido para curarles las heridas de su espalda, tal y como les había sido encomendado.

Primero fue el turno de Gema. Uno de lo hombres procedió a untarle una especie de aceite por sus nalgas, muy enrojecidas por los azotes, a la vez que disfrutaba masajeándola a fondo. Tal esmero ponía, que aprovechaba para separar sus nalgas y contemplar su agujerito, pasando sus dedos por ...