La excursion naval - Relatos Eróticos

La excursion naval

... lo hice, pero no pasamos de ahí. Ni siquiera llegó a correrse en mi boca.

-¿y tu Gema, cuál es tu experiencia en sexo?

Gema no podía creer que tuviera en esos momentos que contar eso y tenía más reticencias a hablar de ese tema, pero tampoco quería ser la nota discordante, así que comenzó a hablar.

-Yo estuve de novios con un chico 4 años, así que si tengo experiencia.

-¿Pero experiencia de todo tipo?, preguntó Fátima.

-No, no. Todo no, sólo sexo normal. Como dije, sexo anal nunca hicimos porque es algo que no me planteo hacer.

-¿Y sexo oral?, volvió a preguntar

-Si, eso sí, varias veces.

-¿Y por qué dijiste antes que en parte podías entenderme?

-Pues…. empezó a responder Gema dubitativamente, arrepintiéndose de haber dicho antes aquella frase. Pues es que después de ese chico, tuve una relación unos meses con un hombre 15 años mayor que yo.

Gema paró su relato, pero llegado a este punto, Fátima no quería dejar ese cabo suelto.

-¿Pero que pasó con ese hombre, Gema?

Ni siquiera su amiga Patri conocía tan a fondo esos detalles de aquella relación y lo que iba a contar.

-Pues yo caí fascinada por él por su educación, su elegancia y su forma acomodada de vida. Hacíamos viajes, buenos restaurantes… pero poco a poco todo iba más encauzado al sexo. Me pedía que vistiese de forma sexy y me presentaba a sus amigos presumiendo de mí.

-¿Te compartía con sus amigos?

-No, no era eso. Presumía de tenerme como novia, me acariciaba las ...

... piernas y me besaba apasionadamente delante de ellos y yo me sentía incomoda. Luego siempre era acabar haciendo sexo, aunque yo no tuviese ganas. Las últimas veces además era en plan cada vez más violento e incluso quería hacerme anal. Y bueno… un día me armé de valor y lo dejé.

-¿Y no supiste más de él?

-Si, no se dio por vencido tan fácil, me llamaba, me iba a buscar al trabajo, pasé miedo, hasta que finalmente por fin desapareció de mi vida.

-Vaya, lo siento Gema, dijo Fátima.

-Yo también lo siento, dijo Patri abrazando a su amiga y sorprendida por aquella historia cuyos detalles desconocía.

Desde la sala de audición, los 4 hombres no daban crédito a la buena información obtenida.

- Así que tenemos un coñito virgen.

-Y dos culitos vírgenes también, decían riendo.

-Si, buen planteamiento para mañana, jajajaja. Bueno vamos a prepararnos para la cena señores.

Mientras tanto abajo Fátima explicaba a las chicas que ya no les permitían ponerse sus ropas y que ella no podía hacer nada al respecto. Sus sostenes estaban cortados y rotos y sus sucias bragas estaban ya a buen recaudo junto con el resto de las ropas.

-Lo siento, yo no puedo hacer nada, tenéis que subir desnudas a cenar. Os aconsejo que no resistáis o será peor para vosotras.

Las chicas, entre sorprendidas y humilladas, estaban a punto de acatar la orden, cuando Patri dijo.

-¿Podemos ponernos al menos la parte de abajo del bikini que está en el baño?

Fátima, sorprendida por aquel ...