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La excursion naval
Fecha: 18/11/2025, Categorías: No Consentido Autor: ALIPEDROSA, Fuente: TodoRelatos
... Patri se encontraba también amarrada a la cama en forma de X, mostrando sus amplias y blanquitas tetas y su virginal entrepierna abierta. Por su parte, Omar, su padre y Gema se encontraban ya sentados en la otra cama dispuestos a mirar la escena. También en este caso fue Hassan, el mayor de la pareja, quien inició el juego. Se le veía excitado, muy excitado. Contemplar lo que había sucedido en la cama de al lado, los manoseos a la morena y sabedor de que iba a poder desvirgar a esa chica, hacían que estuviera a cien y su polla goteaba ya liquido preseminal desde hacía rato. Tampoco hubo preámbulos. Se situó sobre la muchacha colocándose entre sus abiertas piernas. -Por favor, señor, por favor, no lo haga, se lo suplico, se lo pido por favor, decía Patri en un último intento desesperado. -Lo siento preciosa, en otras circunstancias quizás, pero en tu caso no puedo dejar pasar la oportunidad y el placer de penetrar un coñito virgen. Continuaron las súplicas, pero ya no hubo más respuesta. El hombre colocó su excitada polla en la virginal entrada y comenzó a presionar sin demasiado éxito. Fueron varios los intentos y los chillidos de Patricia, pero su vagina estaba tan cerrada por ser su primera vez y por los nervios, que a Hassan le estaba resultando imposible. Cuanto más lo intentaba, más cerrada encontraba la cueva de la niña. Ante tal situación y desesperación, el hombre avergonzado decidió dejar turno a su hijo. Ahmed enfadado retomó la situación. ...
... Sabía que aquello podía suceder con mujeres vírgenes. Había estudiado medicina en España y conocía lo que era el vaginismo. Sabía también que la chica no estaba provocando aposta aquella situación, sino que era fruto de sus nervios, pero a pesar de todo eso se sentía muy enojado porque fuera su padre quien pasase por esa situación. Su padre y su familia carecían de esos conocimientos y lo verían como una falta de virilidad por parte de Hassan. Ante esa situación, Ahmed se sentó de rodillas en la cama entre las piernas de la pobre chica y sin miramientos, comenzó a tocar con sus dedos los genitales de Patricia. Primero intentó excitarla tocando su clítoris y acariciando su vulva, pero nada de eso parecía hacer su efecto en su cerradita abertura. Pasó entonces a forzar la entrada con sus dedos. El dolor era terrible y Patricia lloraba y gritaba a la vez que suplicaba. Consiguió introducirla un dedo y notaba la tremenda presión que los músculos de la chica ejercían involuntariamente para impedir la penetración. Entonces se levantó y se dirigió al armario donde el día anterior sacaron los látigos y sacó de allí un objeto negro con forma de pene. Inmediatamente volvió a la cama y tras meter de nuevo un dedo en la vagina de Patricia, lo intentó con aquella especie de consolador. La fuerza y la presión iban consiguiendo su objetivo y el dolor que estaba soportando la chica se adivinaba insoportable. Por fin había conseguido penetrarla y sacando el consolador, se apresuró con ...