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La excursion naval
Fecha: 18/11/2025, Categorías: No Consentido Autor: ALIPEDROSA, Fuente: TodoRelatos
... chicas permanecían juntas tumbadas en una de las camas y al ver y oír de nuevo su presencia miraban aterradas. -Buenas tardes, señoritas, pónganse en pie y quítense esas toallas. Las chicas lentamente obedecieron la orden sin rechistar. Ya ni siquiera sentían vergüenza ni pudor porque les vieran sus cuerpos desnudos, sólo sentían miedo y terror. Aquellos hombres tenían prisa, los acontecimientos se iban a desarrollar sin demasiados rodeos. Enseguida agarraron a Patricia entre dos de ellos y casi en volandas la subieron por los 2 escalones a la plataforma de la sala. Alli, en el centro de aquel escenario, habían colocado un extraño aparato, una especie de trozo de camilla, estrecho y corto, casi cuadrado y con sus 4 patas robustas y oblicuas hasta el suelo para mayor estabilidad. Nada más subir a la chica a la plataforma, fue obligada a empujones a situarse junto a aquel mueble, empujaron su espalda fuertemente para inclinarla hacia delante de forma que sus pechos y su vientre reposaban sobre aquella camilla acolchada. Su cabeza quedaba colgando por la parte delantera de aquel artefacto y sus pies apoyaban en el suelo por la parte de atrás. Para asegurar su posición, sus manos fueron amarradas por las muñecas en las patas delanteras del aparato y sus piernas fueron convenientemente separadas y amarrados sus tobillos a cada una de las patas traseras. Una vez que la chica estuvo inmovilizada, no ocultaron sus pretensiones. -Venga tío Hassan, ese culito virgen ...
... si que es para ti. Aquel anuncio provocó el llanto de Patricia y Gema, que se encontraba sola abajo junto a las camas, corrió hacia la puerta en un intento desesperado de huir a ninguna parte, porque además la encontró cerrada. Los hombres la miraron y ni siquiera hicieron ademán alguno de ir a detenerla. Gema golpeaba la puerta pidiendo ayuda desde dentro de la sala, llamaba a Fátima, pedía socorro…. Daba igual, nadie iba a ayudarlas. Hassan se acercó a Patricia. La manoseó el trasero con sus manos, ni siquiera tenía que hacer el esfuerzo de separar mucho sus nalgas porque sus piernas amarradas bien abiertas dejaban a la vista su orificio anal. Tocó con sus dedos el ano provocando un respingo de Patri que levantaba cuanto podía su cabeza. Del bolsillo de su albornoz sacó un pequeño bote de gel y echándose una buena cantidad en su mano, untó con ello el ano de la chica. A la vez que lo untaba en su pequeña entrada, uno de sus dedos se desplazó hacia adentro haciendo la vez de guía para lo que venía después. Ni siquiera se quitó el albornoz, se lo desabrochó y colocando su polla frente a ese culo, con su mano dirigió su miembro a la entrada y presionando con algo de esfuerzo consiguió introducir la punta. Los alaridos de Patricia eran estremecedores y subieron de tono cuando en una segunda embestida introdujo su polla hasta la mitad. Luego de un certero tercer golpe, todo su miembro estaba dentro mientras hilitos de sangre chorreaban por los muslos de la niña. Fue tal ...