1. Pegging II


    Fecha: 07/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Hetero Autor: morbi69, Fuente: SexoSinTabues30

    ... fija el uno en el otro. Ver su cara mientras me follaba era encantador, y a ella le encantaba ver mi cara mientras me llenaba el culo (me lo dijo luego).
    
    Una vez que me había ensartado, liberó mis piernas y tomó su consolador (su macho) y empezó a hacerle una mamada, sin soltar su vista de la mía.
    
    Mi verga había quedado flácida. Estuvimos unos diez minutos así, cuando de pronto sentí una extraña sensación. Sentí como un extraño calambre en las piernas y la verga me latía intensamente, sin estar dura. Lancé un gemido, y de mi verga empezó a brotar semen con intensidad; mi chica lo notó, se quitó el consolador de la boca y miraba mi verga con los ojos muy abiertos. Sentí como se tensaban mis músculos y largué un chorro, luego otro, y un tercero. En mi entrepierna se había juntado gran cantidad de semen, que se deslizaba hacia mis huevos y mi culo.
    
    – ¡Wow, qué acabada, putito! – exclamó. Sin liberar mi culo, rápidamente tomó su consolador y lo untó con mi semen. – Mi macho también acabó, ahora quiere le dejes la verga bien limpia – me dijo. Luego lo acercó a mi boca para que lo lama. Mientras lo hacía, lentamente se retiró de mi culo. Se puso a mi lado, volvió a untar a «su macho» con mi semen, y me hizo lamerlo ...
    ... nuevamente. Esta vez, mientras lo hacía, juntó en su boca todo el semen que pudo de mi entrepierna para luego dejarlo caer de su boca sobre la mía, mientras lamía a «su macho». Cuando ya casi había descargado todo el contenido de su boca, se acercó para hacerle una mamada a dos bocas a «su macho»
    
    Quedamos exhaustos con esta sesión de sexo. Empezamos a repetir esta posición con frecuencia, y en sesiones similares a la que les acabo de contar. Mi chica introdujo, de vez en cuando, la variante de follarme usando un preservativo; luego se lo quitaba, untaba el consolador del arnés en mi semen, y lo acercaba para que le haga una mamada. Todo esto, sumado al vocabulario sucio que usaba (ella se transformaba cuando me rompía el culo, jaja) hacían de las sesiones algo muy excitante y caliente.
    
    Pero lo más importante, según nuestras experiencias, era el hecho de mirarse a los ojos durante la sesión, esto elevaba la temperatura a niveles maravillosos… Mi chica me confesó que llegaba al orgasmo al ver mi cara al eyacular, sabiendo que me tenía ensartado.
    
    Pero no nos conformamos con quedar solo con esta posición, por lo que continuamos experimentando, lo que me llevó a encontrar mi posición favorita. Pero eso es tema para otro relato… 
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