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Cuando uno de los tipos que me estaban sodomizando a la fuerza, me preguntó. ¿Ahora, maricón quién es la mujer? Me quedé callado moviendo mis nalgas..
Fecha: 08/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Sexo en Grupo Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30
Me encontraba asistiendo a la convención de vendedores de productos industriales, representando mi compañía que, en lugar de irme al centro de convenciones, me quedé en el bar del hotel donde me encontraba alojado, a ver si encontraba alguna puta. Pero no fue así, por lo que cuando comencé a sentirme muy mareado, pagué, y me marché a mi habitación, salí del ascensor, y con la tarjeta que sirve de llave para abrir la puerta, estaba a punto de pasarla para que abriese la puerta, cuando la encargada de la limpieza salió con su carro de limpieza de la habitación, y al verme con la tarjeta en la mano, simplemente me dio paso, y cerró la puerta una vez que yo entré. Así que, aunque estuve a punto de preguntarle cuanto cobraba por acostarse conmigo, pero la vi tan vieja, que francamente no me gustó, así que ya estando solo en la habitación, apenas me quité la ropa, me tiré sobre la cama, donde seguramente de inmediato me quedé dormido. No sé cuánto tiempo llegué a dormir realmente, ya que, de momento, me desperté, cuando sentí que me habían dado una ardiente nalgada, a un lado de la cama se encontraba un tipo alto corpulento, que parecía levantador de pesas. Diciéndome que me vistiera, y saliera de su cuarto, yo como aún estaba algo borracho, no pensé en ponerme a discutir con él, así que como pude tras recoger mi ropa, ya estaba por comenzar a ponérmela, cuando salió otro tipo del baño casi desnudo, tan grande, y musculoso, como el que me había despertado, pero llevando un enorme ...
... y negro bigote. Los dos se vieron de frente, y sin importarles nada que yo estuviera ahí, se han abrazado, y han comenzado a besarse de manera bien salvaje, yo que apenas mido como un metro setenta, y mojado no llego a pesar ni setenta kilos, al ver a ese par de monstruos, abrazándose, y besándose como lo estaban haciendo. En lugar de quedarme callado, y seguir vistiéndome para salir lo más pronto de esa habitación, comencé a reírme a carcajadas, y cuando ellos dos dirigieron sus molestas miradas a mi persona, nuevamente en lugar de quedarme callado, tontamente se me ocurrió preguntarles “¿Quién era la mujer?” Terminé de decir eso, y que entre ambos me hayan agarrado, y tirado sobre la cama, como que fue lo mismo. En ese momento fue que me di cuenta de que había metido las dos de abajo, o sea las patas, y lo único, que se me ocurrió decirles, fue. “Perdónenme, solo me equivoqué de habitación.” Cosa que por lo visto no entendieron, o no les dio la gana de hacerme caso, ya que ambos aún muy molestos conmigo, me preguntaron “¿Quién es la mujer?” Yo me quedé callado, sonriendo tontamente, cuando el de los bigotes respondió. “Cabrón, ya te vamos a decir quién es la mujer. Tú eres la mujer.” Al escuchar eso, traté de salir corriendo, pero mis pantalones se me enredaron entre mis piernas, por lo que me caí de la cama, rodando por sobre la alfombra de la habitación, de inmediato ambos me volvieron agarrar por los brazos, y antes de que yo pudiera decir, o hacer algo por escaparme de ...