-
Por muchos años que pasen
Fecha: 12/12/2025, Categorías: Otros Textos, Autor: Audaz60, Fuente: TodoRelatos
Allá por 2002 descubrí una página, en mi incipiente experiencia internauta, que me llamó especialmente la atención, se llamaba, creo que sigue viva, aunque no con las mismas características de entonces, Cartas sin sellos. Pensé que esa sería mi página de cabecera, y lo fue por algunos años. Ni qué decir tiene que eras tú quien movió mi ilusión por comunicarme contigo, por entrar y dejar mis palabras dirigidas a ti, habían pasado más de 15 años desde que terminamos nuestros estudios, y no creo que pasase un solo día sin que mi mente te rememorase, así creo titulé mi primer escrito en la sección de "amores imposibles": "Rememorando el pasado"; absurdo juego de palabras que contenía tu nombre. Seguramente, podría hacer toda una disección pormenorizada de todo aquello que durante aquellos maravillosos cinco años viví, cerca de ti, jamás junto a ti. Es probable que en algún otro momento vuelva a escribir y relatar episodios, de los muchos que mi mente alberga, todos ellos maravillosos, sin embargo, hoy, lo que deseo es describir una noche mágica de la que jamás podré desprenderme; sin duda alguna, fue una noche mágica de la que aún me sigo preguntando cómo pudo ocurrir, y lo más importante, si aquello que pasó lo hiciste a drede o fue producto de un impulso nada meditado y que yo, en el tiempo, he querido guardar como oro en paño. La parte baja de una importante cadena montañosa del Sur, junto a un afluente del Guadalquivir, fue el escenario de algo que jamás pensé podría ...
... producirse, pero lo hizo, te besé, me dejaste besarte. Todavía hoy no sé si fue un sueño o fue real. La faceta más consciente de mi ser me dice que fue real, de otro modo, ahora no estaría sentado volviendo a escribirte por enésima vez, sin que, para mi desgracia, tengas conocimiento de ello. Pero, aquella noche, una noche de finales de junio del 85, o tal vez, principios de julio, no estábamos solos, qué va, eso hubiese querido yo, sin embargo, tras unos juegos, sin reglas, sin nada que los hiciese especial para los demás, tú y yo, comenzamos a retarnos, no recuerdo exactamente el motivo, daba igual, tu risa, tus miradas hacia donde me encontraba, porque, como de costumbre, tú siempre estabas rodeada de otras personas, y entre ese pequeño barullo de risas y juegos, todas y todos sentados en el mismo lugar en el que acabábamos de cenar, en un momento dado, no sé por qué, ni maldita la falta que hace, salió a colación una "apuesta", según la cual, y no recuerdo nada más, y ahora lo entenderás, el caso es que, sin saber tampoco quién ganó la apuesta, el hecho es que había un beso en juego. La mente se me nubló, al tiempo que la noche tomaba una inmensa luz que me cegó, me acerqué raudo y veloz a tu lado, y sin pensarlo, solo porque la palabra beso, la apuesta ganada, tomaba cuerpo, planté mis labios en tu boca y tú los recepcionaste. Ahora, cariño mío, lloro desconsolado al recordarlo, pero, no te quepa duda, mi amor, lloro de alegría, de la inmensa y maravillosa alegría que ...