1. Crónicas de X-427 (capítulo 2): Con un ritmo constante


    Fecha: 19/12/2025, Categorías: Grandes series, Autor: Murod, Fuente: CuentoRelatos

    ... muestra, esta vez de una flor que parece cambiar de color dependiendo del ángulo desde el que la miras. Mañana la analizaré con más detalle.
    
    La tienda de la Dra. Sullivan, Kael y los dos técnicos (tengo que recordar preguntar sus nombres) parecían estar dormidos tranquila y profundamente en sus respectivas tiendas. Me pregunto si alguno de ellos también percibe lo que Lira y yo hemos sentido en el ambiente de este planeta.
    
    También noté algo en Lira. Cuando pasé cerca de su tienda, la escuché dando vueltas en su camastro seguido de un sonido rítmico que no supe identificar. “Paf, paf, paf paf”.
    
    Al igual que yo parece estar teniendo dificultades para conciliar el sueño. Me asomé discretamente por la ventana de su tienda, lo último que necesitaba era asustarla en medio de la noche. Apenas alcance a verla recostada sobre su costado dándome la espalda. Llevaba puesto un tank top de color gris que se le ceñía al cuerpo revelando la musculatura de su espalda y el contorno de sus hombros. Sus piernas estaban ligeramente flexionadas, y sus caderas se movían con un ritmo constante, casi imperceptible, pero persistente. El sonido que había escuchado antes, ese ‘paf, paf, paf’, parecía coincidir con el movimiento de su cuerpo.
    
    Me quedé quieta, observando desde la ventana de su tienda, tratando de entender lo que estaba viendo. Lira parecía estar durmiendo pero al mismo tiempo intranquila. Su respiración era irregular, entrecortada, y de vez en cuando emitía un suspiro ...
    ... ahogado, como si estuviera luchando contra algo.
    
    El resplandor tenue de las plantas fosforescentes iluminaba apenas el interior de la tienda, proyectando sombras danzantes sobre las paredes. La luz se deslizaba por la piel de Lira, acentuando cada curva, cada movimiento.
    
    Por un momento, me pregunté si estaba teniendo una pesadilla o si algo la estaba molestando. Pero entonces, Lira arqueó ligeramente la espalda, los músculos de su espalda se tensaron por la fuerza de aquel espasmo tan cargado de algo que no podía definir, que sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo.
    
    No podía apartar la mirada. Aunque no entendía completamente lo que estaba viendo, había algo en esa escena que me atraía, me sentía hipnotizada. De pronto comencé a sentir una especie de escozor u hormigueo justo donde mi mano había hecho contacto con la enredadera. El calor fue aumentando gradualmente pero no al punto de ser doloroso. No. Era una sensación agradable, embriagadora. Fue una sensación intensa pero se apagó rápidamente.
    
    Lira se detuvo por un momento, como si hubiera sentido mi presencia, y yo contuve la respiración, temiendo que me descubriera. Pero luego, con un movimiento lento y deliberado, volvió a arquear la espalda, y sus caderas retomaron ese ritmo constante, ese ‘paf, paf, paf’ que ahora parecía resonar en mi mente.
    
    Finalmente, me alejé de la ventana, sintiendo un calor inusual en mis mejillas y una inquietud que no podía explicar. Regresé a mi tienda en silencio, pero aquella imagen ...