-
Familia incestuosa (II): Venceré y convenceré
Fecha: 26/12/2025, Categorías: Incesto Autor: Lena Hache, Fuente: TodoRelatos
Desperté sobre el borde de la cama de mis padres porque estuve a punto de caerme. Los ronquidos de papá le hacían perder toda su atracción, por lo que me fui a mamá, que dormía en el otro extremo. Me puse, delicadamente, a horcajadas sobre ella. Tumbada, no sentada. Nuestros coños se tocaban el uno al otro y, lógicamente, viceversa. Le di besos por toda la cara hasta que se despertó. Me miró desorientada e intentó deshacerse de mí en cuanto vio que yo estaba desnuda. No consiguió echarme, pero hubo un segundo asalto cuando se dio cuenta de que ella también estaba desnuda. Yo tenía fuerza suficiente para resistir su forcejeos, pero nuestros coños se rozaban y me estaba distrayendo. Mamá consiguió tirarme al suelo. - ¡¿Qué haces?! - Me gritó. Yo, sin decir nada, me levanté, la agarré por las muñecas para que no pudiera usarlas para tirarme de nuevo y volví a ponerme encima de ella de la manera que pude. Con las manos inmovilizadas, intentaba darme patadas. No tenía mucho efecto. Yo seguí besándola en cada sitio que pude. Dejó de forcejear, momentáneamente, cuando nuestros labios entraron en contacto. Mi lengua consiguió entrar en su boca y jugar con su lengua. En cuanto saqué la lengua de su boca y nuestros labios se separaron, ella volvió a ponerse a forcejear conmigo. - No sé de qué huyes. No te voy a hacer nada que no hiciésemos ayer. - Le dije con una actitud sugerente. - ¡No! No me hables de eso. Eso nunca ocurrió. - Me contestó al borde del llanto. - ...
... Ocurrió. Ocurrió varias veces. Y te corriste. Y yo también. - No. No quiero. No está bien. - ¡Venga! Porfa... mami... Te gustó. Y a mí también. Y el beso que nos acabamos de dar ha sido espectacular. Date el capricho. Dale el capricho a tu niñita... - Le dije con cara de cachorrito mientras, sin soltarle las muñecas, intentaba volver a frotar nuestros coños. No conseguí que mi coño se pusiera en contacto con el suyo, pero sí que ella se excitara. LA solté lentamente, tanteando si su intención era escapar, forcejear o rendirse. Se rindió. Su cuerpo se retorcía por mis caricias. Mis manos recorrían su torso. Se paraban brevemente en sus tetas y luego seguían recorriéndola de arriba a abajo. Llevé un par de dedos a su coño mientras con la otra mano sujetaba su nuca para besarla. Mis dedos se perdían por su vagina y ella quiso imitarme. - Dime si lo hago mal. - Me pidió. - Pero, ¿no decías que esto esteba mal y que no querías? - Le pregunté creyendo que mi pregunta aumentaría el morbo. - Bueno, ya me arrepentiré. Siguió imitando mis movimientos con más ganas que destreza, pero con una ternura, un amor de madre, que me derretía. La sensación se completaba con sus tetas aplastándose contra mis tetas y mi rodilla subiendo entre sus muslos, buscando su coño. De fondo la preocupación por la posibilidad de que papá se despertara añadía un toque de nerviosismo, de angustia. Estaba segura de que a papá me lo iba a seguir follando, pero aquel momento era nuestro, sólo de ...