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La máscara escarlata – parte 5
Fecha: 26/12/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Incesto Voyerismo Autor: PetterG, Fuente: SexoSinTabues30
Clara caminaba entre la multitud del desfile, con el abrigo del Cuervo cubriendo su cuerpo desnudo. Las luces de neón parpadeaban, y el ruido de la música y las risas borrachas llenaba el aire. Lágrimas de desesperación e impotencia rodaban por su rostro, pero nadie le prestaba atención. Todos estaban demasiado ebrios, bailando y gritando, perdidos en la euforia. Sus pies descalzos tropezaban con latas vacías pero ella seguía adelante, casi sin darse cuenta de cómo llegó a su apartamento. Pues una vez ahí, entró corriendo, cerró la puerta y temblando, encendió la chimenea. E inmediatamente arrojó el abrigo del Cuervo al fuego, viendo cómo las llamas lo devoraban. Mientras ella, permanecía desnuda frente al calor del fuego. Entonces, solo atinó a abrazarse a sí misma, con las emociones intensas recorriendo su piel (miedo, vergüenza, alivio, furia). De pronto, el teléfono de la casa sonó, sacándola de su trance. Corrió a contestar con el corazón acelerado. —Señorita Clara, le hablo del hospital general. Su padre ingresó por emergencias. Fue asaltado por el Cuervo, pero está estable. Venga cuanto antes. Clara suspiró, aliviada, pero fingió desesperación. —Oh Dios mío, ¿está bien? ¡Voy para allá ahora mismo! Colgó, subió a su cuarto y entró al baño. Encendió la ducha, se lavó la cara con agua fría y respiró hondo, tratando de calmarse. Se vistió a toda prisa y salió corriendo, deteniendo en el acto, al primer taxi que encontró. —Al hospital general, ...
... rápido. Y cuando al fin llegó al hospital, entró a la recepción con el rostro alterado. —¿Dónde está mi padre? ¡Me llamaron por él, por favor! ¡¡que alguien me diga algo!! Antes de que la recepcionista respondiera, Diego se acercó, con una mano en su hombro para calmarla. —Tranquila, Clara. Tu padre está en cirugía. Lo atacó el Cuervo, pero está estable. Lo atrapamos anoche, gracias a la Máscara Escarlata. Clara, fingiendo sorpresa, asintió. —¿Qué pasó? ¿Cómo está él? La enfermera interrumpió. —Todo está bien. Su padre tenía dos costillas rotas, pero la cirugía fue exitosa. Pronto lo pasaremos a una habitación. Clara, aún con el corazón acelerado, asintió, pero Diego notó su angustia. —Ven, vamos a la sala de espera. Te cuento lo que sabemos. Sentados en la sala, Diego sacó su libreta. —En la ambulancia, tu padre dijo que intentó salvar a una jovencita que el Cuervo quería violar. Entonces apareció la Máscara Escarlata y lo salvó. Gracias a ella, está vivo. ¿Cuándo fue la última vez que lo viste? Clara respiró hondo, manteniendo la calma. —Salimos del cine anoche, y él iba a tomar un bus de regreso a casa. Me fui a mi apartamento después. Diego anotó todo, asintiendo. —Entiendo. Gracias, Clara. Te dejaré con tu padre. Llámame si necesitas algo. Le dio su tarjeta y se marchó. Clara se quedó en el hospital, amaneciéndose en una silla junto a la cama de su padre. Los días siguientes, él se recuperó lentamente. Le dieron el alta, y su ...