1. El amor de mi esclava


    Fecha: 28/04/2018, Categorías: Dominación BDSM Autor: charlygaucho, Fuente: CuentoRelatos

    ... Tomando su nuca con mis manos apreté su cabeza contra mí logrando penetrarla unos milímetros más. Ya en el último fondo de su garganta comencé a acariciar mi glande moviendo el miembro en pequeños círculos. La intensidad de las sensaciones que me traía el rozar de la cabeza de mi pija contra la base de su lengua y contra las paredes finales de la garganta hicieron crecer mi excitación de manera exponencial. El semen corría raudo por mis conductos, se dirigía velozmente a la salida, luchaba por escapar del tubo que lo contenía, lo sentía muy cerca de la puerta terminal. - Ya llego… estoy por terminar… tragátelo todo… no escupas nada… que no se te caiga una gota… todo adentro… ahhhhhhhhhhhhhh El orgasmo llego impetuoso e imparable. Espesos chorros de esperma impactaron contra su garganta, corrieron por su esófago y se dirigieron al estómago. La decidida presión final que hice impidió que ni siquiera pudiese tener la intención de echar algo hacia afuera. No había forma. El movimiento de su garganta, claramente perceptible, mostraba como mi descarga descendía por su tubo digestivo hacia su destino final. Cuando finalizó la eyaculación, dejé la pija bien adentro de su boca hasta que se fue debilitando y encontró su normal estado de flaccidez. - Ahora la voy a sacar. Chupala bien chupada, que quede bien limpia y reluciente. No le dejes ningún resto de nada. - Aaaaaggggggghhhhhh… Eso fue lo único que pudo expresar mientras extraía mi miembro y ella hacía rotar su lengua en torno de ...
    ... él para finalizar su limpieza. Cuando su mirada me indicó que esta tarea había concluido, tomé sus hombros y la acosté boca arriba. Me dirigí al ángulo donde sus piernas finalizan, las abrí, me agaché, recogí las piernas y las levanté colocando sus tobillos sobre mi espalda. Tomé sus labios secretos y los separé y me lancé como un lobo hambriento sobre su sexo. Lo devoré de punta a punta, de arriba abajo y de abajo a arriba. Mi lengua penetró la calidez aterciopelada de su vagina, mis labios prensaron su clítoris, lo presioné con los dedos, lo acaricie, lo estiré, lo comprimí. Todo ello en medio de las sacudidas de su cuerpo gozoso, de las contracciones de su pelvis, de las taloneadas que soportaba mi espalda, todo ello con el sonido de fondo de sus quejidos y suspiros. Lo comí, lo seguí comiendo, absorbí en mis fauces sus jugos y fluidos, acaricié sus tetas, presioné y pellizqué sus pezones, la conduje y acompañé hasta el goce total de su orgasmo que sentí en la tensión de su cuerpo y en el grito que surgió desde el fondo de su vientre y emergió por su garganta. Esclareciendo Me relajé y nos relajamos. Uno al lado del otro. Nuestras respiraciones retomaron su ritmo normal. Nuestros corazones recuperaron su frecuencia habitual. Nuestras manos se estrecharon en un particular abrazo manual que comprimió nuestras palmas y nos permitió conferirle un sello muy personal a esa cogida de antología que habíamos tenido en esta mañana de ensueño. - ¿Desayunamos o te alcanza con la leche ...
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