El amor de mi esclava
Fecha: 28/04/2018,
Categorías:
Dominación
BDSM
Autor: charlygaucho, Fuente: CuentoRelatos
... que te tomaste? - En realidad -dijo mirándome- quisiera que habláramos, pero no sé si hacerlo con el estómago vacío. - Creo que con lo que cada uno de nosotros tragó ninguno tiene el estómago vacío. - No sé donde podemos charlar mejor, si en la cama o en la mesa. - Vos sos la que sabés de que querés hablar, así que elegí el lugar. - Me parece mejor acá. Preparo dos cafés y los tomamos mientras charlamos. ¿Puedo? - ¿Conversar? - Preparar el café. Es tu casa. Dijo mientras se alejaba hacia la cocina. Hice ademán de correrla y azotarla, por lo que Claudia -al advertirlo- corrió hacia la cocina a preparar el café prometido. Trajo los cafés ya endulzados. Comenzamos a tomarlos. Claudia permanecía en silencio. Luego de largos instantes en los que debió de advertir que si ella no iniciaba la conversación yo no lo haría, se decidió a comenzar. - Necesito preguntarte algo. Necesito saber algo más. ¿Puedo? - Adelante. - ¿Qué es lo que buscás? ¿Adónde vas? ¿Para donde me llevás? ¿Adónde querés llegar? - Ufff, no sé si son un montón de preguntas o es una sola hecha de diferentes modos. - Sabés bien que la pregunta es una sola. Te estoy muy agradecida por todo lo que me enseñaste, me estás llevando por una nueva vida, por un camino desconocido, por sensaciones y experiencias que jamás tuve. Sé que me estás depositando una gran confianza y hago todo lo que puedo para merecerla y para estar a la altura que esperás. Tenés algo que me inspira una confianza infinita. Nuestro sexo es duro, ...
... rudo, fuerte, hasta podría decir casi brutal, creo que de afuera parece que me estás violando cada vez que me… - Cogés. Claudia, hablemos pero hagámoslo como corresponde. Tenemos que expresarnos con claridad utilizando las palabras que correspondan. En estas conversaciones se puede permitir todo menos un mal entendido. Hablemos pero charlemos con concreción y claridad, pero por sobre todo con compromiso. Coger es eso, coger. - Bien. Parecería que me estás violando cada vez que cogemos. Sin embargo, es apasionante, me gusta, lo disfruto, es el mejor sexo de mi vida. Y por todo esto que me estás dando te estoy inmensamente agradecida, pero necesito saber la respuesta a la pregunta que te hice. La necesito porque debo resolver mis propias contradicciones. - ¿Qué contradicciones? - A veces me siento una cosa, un objeto, algo que solo sirve para darte placer y, sin embargo, soy feliz de poder brindarte ese goce, porque quiero que tomes lo que quieras, que hagas lo que quieras. Que me pidas lo que quieras. Pero quiero que sólo lo tomes de mí, me lo hagas a mí, me lo pidas a mí. Ahora contestame, en serio necesito saberlo. - Estoy tratando de ver si podemos construir una pareja en serio que sea estable y permanente, que perdure en el tiempo… dije con mis palabras y también expresé con la mirada que le dirigí. - No entiendo. ¿Podés explicármelo? Habíamos terminado el café, apoyando los jarritos sobre las mesas de luz. Tomé sus manos entre las mías y entrecruzamos nuestras miradas. - Te ...