El amor de mi esclava
Fecha: 28/04/2018,
Categorías:
Dominación
BDSM
Autor: charlygaucho, Fuente: CuentoRelatos
... rítmica normalidad. Reposábamos, lo necesitábamos. Acaricié sus cabellos. Ella apretó su mano colocada sobre mi brazo. Cuando consideré que era el momento me alejé un poco de ella, la observé, le agarré el pelo con mi mano derecha, giré sobre mi mismo y me erguí. Me senté en el borde del lecho y la contemplé. Seguía acostada con su cabello tirante en mi mano y sus ojos enderezados hacia mi cara en un mudo signo de interrogación acerca del curso próximo de la situación. Moví mi brazo y arrastré su cabeza tirando del pelo. Su cuerpo siguió a su testa en un gesto instintivo para tratar de disminuir el dolor resultante de la rígida tensión de su melena. - Vení. Enderecé mi cuerpo alzándome sobre el piso de la habitación. Tras de mí traía el cuerpo de Claudia, arrastrada por la tirantez de sus cabellos. Ella trataba de acompañar los movimientos de la mejor forma que podía pero no hizo ningún gesto defensivo pese a que los gestos de su faz demostraban que le dolía y parecía que bastante. Aflojé un poco la tensión para permitirle que se parase a mi lado. Cuando lo hizo la llevé un poco más lejos de la cama. Llegó al lugar por mí deseado y allí la enfrenté, dedicándole una mirada directa y profunda, dominante para que sintiese claramente en su cuerpo que estaba totalmente sojuzgada a mí. - Arrodillate. Lo hizo y la seguí mirando para que siguiese sintiendo mi despótica dominación. - Sí, señor. - Escuchame bien. ¿Recordás la regla que te enseñé? - ¿La de tragar y no derramar nada? - ...
... Exactamente. Esa. ¿La recordás? - Sí. Me acuerdo perfectamente. - Bien. Ahora vas a recibir lo que de, pero no lo vas a tragar de inmediato. Lo vas a mantener en la boca hasta que te ordene tragar. Cuando te exija que tragues lo hacés. ¿Entendiste? - Si, señor. - No va a suceder de una sola vez si no por etapas. Así que cuando te mande tragar ingerir te mandás para adentro lo que tengas en la boca, volvés a recibir y así seguimos. ¿Está claro? - Muy claro. - ¿Sabés lo que va a pasar? - No, pero lo intuyo. - ¿Algo para decir? - Nada de lo que pueda decir va a cambiar el curso de las cosas, así que para qué voy a quejarme. - Es verdad. Estoy decidido a llevarte a la mayor de las profundidades en tu sometimiento, a doblegarte totalmente. Quiero que sientas lo que es tener un dueño, lo que es ser propiedad de alguien y que experimentes la sensación de la humillación total. - Estoy dispuesta a obedecer todo lo que me mande, a hacer lo que me ordene, no importa lo que sea. Lléveme al fondo del infierno si quiere, amo, pero acompáñeme en el viaje. - ¿Qué sentís frente a lo que viene? A lo que se te viene. - No sé. Es una mezcla de sensaciones. Algo de asco, otro poco de vergüenza y por otro lado, orgullo de ser la destinataria de las atenciones de mi dueño y señor y de tener la posibilidad de atravesar tantas sensaciones nuevas. - ¿Lista? - Cuando quiera mi señor. - Abría lo boca bien abierta y sacá la lengua bien afuera. Después agarrame la pija con tus dos manos y colocala sobre la ...