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La cueva de nieve
Fecha: 30/04/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... metió la cabezota y la trincó con su lengua aterciopelada. Cada empuje llevaba sus labios más cerca de la base de la gruesa estaca. Víctor la animaba con sus manos y palabras, cuando ella susurró que nunca antes había hecho eso él rió estruendosamente. "¿Nunca se la mamaste a tu esposo?" Rió con alegría "¿Y se la mamas tan bien a un extraño? Vaya idiota que es de abandonar este tesoro, una boca virgen y una vulva que nunca ha paladeado" José se arrodilló detrás de ella sobre sus invitantes nalgas, sus manos le apretaron las columpiantes tetas y se pasearon por su vientre y muslos enviando cosquilleos a través de su alma. El placer que esa verga le había proporcionado la noche anterior la hizo desearlo nuevamente. Con la verga de Víctor en la boca y José acariciando su trasero ella se sintió deliciosamente putona. Ella continuó chupando recio el palo mientras Víctor le sostenía la cabeza con las manos, empujando profundo y sacando lentamente. José entretanto empezó a empalarla nuevamente. Ella se imaginaba a su esposo sentado en una silla en un cuarto rentado, viéndola dando placer a Víctor con la boca y a José con la vulva. El pensamiento la hizo chupar y lamer con más ahínco. Su ritmo fue pronto igualado por José. Desde atrás la penetración parecía ser más completa que la noche anterior. Su larga verga la llenaba y sus dedos jugueteando con su clítoris eran mágicos. Como una gata sensual ella levantó las nalgas hacia él y separó las rodillas. Los empujones de Víctor eran ...
... cortos y potentes y su verga empezó a sacudirse espasmódicamente. Carrie quería todo en su boca, la punta de su lengua casi alcanzaba la base de su verga, mientras la cabeza alcanzaba la parte de atrás de su garganta. Ella se detuvo mientras las manos de Víctor le sostenían los lados de la cabeza, la panza de él se tensó y su semilla empezó a salir disparada contra la garganta de ella llenándole rápidamente la boca de semen. Ella lo tragó para evitar ahogarse y una y otra vez continuó ordeñando su frenética verga. El sabor era placentero, suave, y ligeramente salado, ella lamió todo rastro de su enardecido miembro. Las grandes manos de José la tenían sujeta por la cintura, descansando la palma sobre la parte superior de su trasero. Su pulgar descendió por las duras nalgas y descansó sobre el ano. El toque lo sintió tan impropio que una ola de piel de gallina recorrió sus bien formados cachetes. Con su cara aún enterrada en el regazo de Víctor sus pensamientos fueron distraídos por la extraña sensación del pulgar de José presionando el anillo elástico. Ella se tensó cuando el dedo penetró el santuario, él pudo sentir como las paredes vaginales se tensaron también. Su dedo medio reemplazó al pulgar entrando fácilmente hasta la segunda falange. Por un momento Carrie se paralizó mientras su mente trataba de aceptar la sensación desconocida. Llevó su mano a detener momentáneamente la de José. "Tampoco te dio por el culo" escuchó que preguntaba Víctor "Ese marido tuyo te tenía muy ...