El joven de al lado
Fecha: 01/05/2018,
Categorías:
Voyerismo
Autor: van sedefaar, Fuente: RelatosEróticos
... entrepierna donde ya se marcaba un considerable bulto. En ese momento no sé cómo pasó, pero olvidé por completo el juego, me paré tan rápido como pude y avancé hacia él con cara de enfadada. No era actuación, lo juro, el chico en mi juego, el que me tenía loca de deseo, el que lograba hacer que me tocara ardiendo por dentro no era ese que estaba observándome. El que me tenía obsesionada era invisible. Era solo un par de ojos en las sombras, tras unos binoculares, era una imagen difusa, solo era un cúmulo de deseo hacia mí.Lo que estaba en el patio de alado, era un pervertido mocoso de 18 años que era flaco, feo, y encima grosero y estaba violando mi privacidad sacando fotos de mi culo y mis tetas.-Hey! Tú! ¿Qué crees que haces escuincle grosero? Dije mientras me acercaba a él, que estaba como en shock y con la cara roja, había dejado tocarse.– ¿Crees que puedes sacarme fotos empinada y tocarte como un enfermo mientras me ves a plena luz del día? -Le dije mientras me paré frente al él. Yo no soy muy alta, pero él solo me llegaba hasta quizá la boca o nariz.Seguía con la mirada perdida, aunque ahora miraba mis ojos fijamente, y el celular descansaba en su mano. Volteó a mirar su celular por unos segundos, y después lo puso en su bolsillo.-¿Pero qué crees que haces? Dame ese celular ahora mismo mocoso, vas a borrar todas esas fotos y…-Pe, pe, pe perdón- Se veía tan frágil, no podía creer que él, que ese niño aún, me tuviera tan, pero tan caliente las últimas semanas.-¿Perdón? ...
... Estarás de broma, acabas de acosarme jovencito, y esto lo van a saber tus padres ¿Perdón? Y tienes suerte de que no se lo diré a mi marido, por qué no quiero hacer las cosas más grandes, pero él seguro que no se conformaría con un “perdón”. ¿Crees que lo que hiciste, estar sacando fotos del culo de tu vecina se arregla con un perdón?-n, n, n, no, no,- Decía tartamudeando mientras bajaba su vista por mis senos que estaban en su sostén blanco con los botones de mi camisa dejándolos libres, y se seguía por el resto de mi cuerpo.-Claro que no, ¿y cómo te atreves a seguir mirándome así? Eres un grosero.-No, no le pido, le pido perdón por, por, por eso.-¿Ah no? ¿Entonces por qué? ¿por existir? Le dije realmente molesta, atrás quedaban los días de deseo, ese mocoso no era mi admirador.-Le, le, pido, pi, le pido, perdón por, perdón por esto.- Puse cara de confundida y, sinceramente, la verdad es que no lo vi venir: dio un par de pasos y acabó con la distancia entre nosotros, después muy rápido me abrazó y me besó como un loco a punto de explotar en deseo. Bajó una de sus manos y la deslizó hasta mi trasero, tomó uno de mis glúteos y lo apretó con tanta fuerza que me hizo daño y me dejó una marca por días que me costó ocultársela a mi marido. Después, mientras seguía besándome, puso su otra mano en mi seno izquierdo y con su mano sobre mi sostén, apretó mi pecho como si fuera cualquier cosa menos una parte sensible de una mujer. El dolor era fuerte, pero me sentía tan apresada que no sé ...