Dominado por mis alumnos
Fecha: 02/05/2018,
Categorías:
Gays
Dominación
Autor: remyvelez, Fuente: CuentoRelatos
... tanguita negro de lo más sexy me costó bastante ponérmelo porque, pese al temor por lo que pudiese pasar, estaba tan cachondo que no me cabía la polla. Fue muy excitante verme con él puesto delante de mi espejo. Cuando llegué al instituto, jadeaba más que respiraba de la excitación que sentía. Aunque la erección era evidente, trataba de disimularla llevando la cazadora en la mano. No vi a Marcos hasta la cuarta hora, y di la clase como en una nube mientras él me miraba fijamente y sobaba su polla con disimulo. Conforme sonó la campana, se acercó a mí y me dijo que lo acompañara. Inmediatamente recogí todo y fue tras él. Subimos a la última planta y buscó un aula que ya sabíamos que estaba vacía toda la tarde. Yo ya tenía la polla como una roca y se notaba incluso algo de líquido a través del pantalón. Andaba como un zombie detrás de él, solo podía pensar en su polla y en la follada que me iba a dar. En cuanto entramos, él se giró y me ordenó que le enseñara si había cumplido sus instrucciones. Me quité los pantalones y pudo ver el tanga negro que me había puesto, dejando al descubierto mis nalga y mi polla que ya soberanía por la parte superior. Me hizo quitarme la camiseta también y él abriéndose la bragueta me invitó a que fuera a por mi premio. De rodillas, sintiéndome en éxtasis por la excitación de estar totalmente desnudo menos un tanga y sometido a una polla de un alumno, comencé una mamada intensa, deleitándome mientras me restregaba su polla por la cara y la sentía ...
... latir. Marcos me dijo: —Qué bueno, sí, sigue así… Aquí tienes tu premio por ser obediente… Pero aún no te he dado tu sorpresa por tu ropita de hoy. ¿La quieres? Yo chupaba obediente y sin sacármela de la boca le miré a los ojos y asentí con la polla aún dentro mientras farfullaba un “Sí”. No tenía claro qué sería, y en parte lo temía, pero estaba demasiado cachondo para ser cuidadoso a esas alturas Noté como hacía algo con las manos y de repente se me paró el corazón. La puerta del aula se abría a mis espaldas y oí unos pasos que entraban. Intenté levantarme y girarme, pero Marcos me contuvo con sus manos. Solo pude girar el cuello para ver a su compañera de clase, Susana, que entraba con una gran sonrisa en la cara mientras me miraba, de rodillas, desnudo excepto con un tanga femenino y con la polla de otro alumno en la boca. —Vaya, vaya, profe… Tú sí que sabes ganarte a los alumnos -dijo mientras se reía-. Susana era una chica rubia, de la edad de Marcos y con un buen cuerpo, especialmente sus dos tetas que siempre lucía con atrevidos escotes, y que más de una vez me habían hecho perder el hilo de una conversación. Yo iba a intentar decir algo, pero Marcos me metió la polla de nuevo en la boca y empezó a follármela suavemente, cogiéndome la cabeza entre sus manos. —Por mí no os paréis, chicos, seguid a lo vuestro -dijo ella. Yo aún no sentía que mi corazón hubiera vuelto a latir, pero las folladas cada vez más profundas del rabo de Marcos y la mirada fija de Susana, tuvieron ...