Dominado por mis alumnos
Fecha: 02/05/2018,
Categorías:
Gays
Dominación
Autor: remyvelez, Fuente: CuentoRelatos
... un efecto inmediato en mí. En un minuto empecé yo mismo a acompasar las embestidas de Marcos con mi cabeza, poniendo mis manos en sus nalgas para que empujara más, mientras le sostenía la mirada a ella. —Mira como se pone, ¿lo ves? Como te dije, le encanta esto y más si hay público -le decía Marcos a Susana -. Es mi puta particular. ¿A que sí, profe? Yo gemía y asentía como podía porque no quería sacarme su polla de la boca y seguía mirándola. —¿Quieres probar a hacérselo ella? Hemos visto como te gustan sus tetas. Yo de nuevo asentí. Susana entonces se bajó los pantalones y las braguitas que llevaba. Pude ver su culito, redondo y prieto, y sentándose en una mesa, entreabrió las piernas y me indicó que me acercara. Marcos me cogió de las manos y de rodillas ante ella empujó mi cabeza hacia su coñito, depilado casi del todo y que olía deliciosamente. Comencé a comérselo suavemente, primero los labios, pequeñitos y duros, y luego en el clítoris, donde aumente la intensidad jugando con mi lengua y los labios. Ella comenzó a gemir y debía de gustarle, porque pronto estaba empapado de sus fluidos y se retorcía de gusto. En uno de esos movimientos, su espalda se arqueaba y el ojete de su culo quedó a mi alcance. Me lancé a lamerlo y a meterle la lengua, a lo que ella respondió con un gritito y algunos espasmos de placer mientras me apretaba la cabeza con su mano. Estuve alterando coño y culo un rato, hasta que sentí un golpe en mi cara. Me giré y ahí estaba la polla de Marcos ...
... reclamando atención, así que me lancé a dársela, mientras Marcos gruñía lo puta que era y como me lo comía todo. Sus embates eran muy intensos, me producían arcadas y me lloraban los ojos, como me gusta, incluso me asfixiaba con ella durante varios segundos. —Mira Susi, cómo le gusta esto -oí decir a Marcos -. ¿A qué te gusta, profe? Sacó un instante su nabo de mi boca, lo justo para que yo articulara “Sí, más” y siguió dándome caña. Fueron varios minutos, donde con la bajo la atenta mirada de Susana, que se acarreaba junto a nosotros, me sentí en la puta gloria. Ella me animaba a seguir: —Joder, sí que le gusta la caña… ¡vamos profe, toda dentro! Marcos me la sacó y me dijo entonces: —Ahora vamos a probar ese culo vestido con tanga. Me puso a cuatro patas y sin quitarme el tanga, solo apartándolo, me metió su polla lubricada por mi saliva. Me hizo un poco de daño al principio, pero pronto el placer ocupó su lugar. Con una mano dirigió mi cara al coño de Susana, y reanudé mi comida, haciéndole un recorrido completo desde el culo hasta el clítoris, mientras ella me llenaba de sus fluidos que se mezclaban con mi saliva que ya me llenaba la cara. Los gemidos de Susana cada vez eran mayores. Una mínima parte de mí temía que llamaran demasiado la atención, pero en realidad yo iba hace mucho sin frenos, así que seguí hasta que noté como se corría, aumentando la lubricación y los líquidos que recorrieron mi cara. Al notar esto, Marcos aumentó el ritmo, yo me balanceaba ante sus ...