Entre-acto. La gorda
Fecha: 03/05/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos
... la entrada de su dormitorio, su máscara y la rozadura de sus muslos. Y de nuevo me sorprendió, de título puso “Pistón dentro de mi cilindro. Fricción sexual externo, efecto secundario por penetración ineludible”. Y las envió, el tiempo estaba en 00:04:21 horas, me sentí mal. Esperó mirando la pantalla, la respuesta fue rápida, solo aceptaron la de los muslos, de entrada le dieron un 4 y un 7 por innovación, se refería a la señal de los muslos. Apagó el portátil y me miró con una arruga en la frente. —Debo hacer algo con esa erección que se está perdiendo. ¿Y ese montaje debajo de la cama? Su tono tenía cierto fondo de decepción. —Olvídale, tengo algo mejor, vamos al baño. Coge una vela y no enciendas la luz del baño. Tiró de mi mano y con la otra cogió una del candelabro. El baño era espacioso, la bañera era antigua, algo que agradecí y miré la ducha, podía modificarse el goteo, de nuevo tuve suerte. Abrí el agua caliente y fui probando una por una, escogí una fina pero sin aspersión, puse la más perecida a la lluvia y cuando tuvo la temperatura adecuada le miré, ella seguía con la vela en la mano. —¿Puedes sostenerte de cuclillas? —Si me apoyo, sí. —Entra en la bañera y busca esa posición e intenta adoptar esa postura. Dije cogiendo la vela y ayudándola a entrar en la bañera. Y se fue agachando sujetándose con los dos brazos en los bordes de la bañera, uno era interior y pegado a la pared. Me miró sorprendida. Puse la vela en el borde del lavabo que estaba cerca de la ...
... bañera y me metí frente a ella, cerré la mampara y fui aumentando la fuerza del agua. —¿Qué pretendes con esto? Su tono era impersonal, estaba fuera de juego. Yo seguí mi camino olvidándome del hindú, esta tía estaba refugiada dentro de sus defensas y todo lo aliñaba con impertinencia. —Cuando tengo problemas, me refugio en la falsa lluvia que la ducha me proporciona, como observarás empieza a haber charco, el agua nos irá cubriendo y es la que mide el tiempo. Luego el tiempo restante es el que tarda en marcharse, y procuro encontrar respuestas. Esto es una falsa lluvia, sin embargo en el verano, si es que llegamos a él, me refiero que nuestro contacto no se haya roto o difuminado en el tiempo. Entonces te llevaré a un lugar en la montaña, un bosque, y allí esperaremos a la tormenta. Cuando llegue, ya que hay que estar pendiente de cuándo se va a producir, incluso cambiando de lugar, ponernos en su recorrido. Entonces recibirás a la tormenta desnuda completamente y tus pies en contacto con la tierra, y eso posiblemente te haga despertar, y será cuando podrás sentir plenitud femenina, algo a lo que tú te opones, piensa en el título de la fotografía. Reconoces tu persecución, así como tus palabras que al quedar solos, éramos pareja, y además reconoces que a la fuerza. Tu error es tan grande como tu equivocación conmigo. Nos miramos a través del chorro del agua, seguía con la arruga en la frente. —¿Me vas a follar llegando hasta el final, o te aguantarás el calentón? —No tía, ese ...