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Diario de una ninfómana: Mi boca y mi sexo eran suyos
Fecha: 03/05/2018, Categorías: Confesiones Hetero Autor: Cirorock31, Fuente: CuentoRelatos
"Querido diario: Los días son bastante aburridos en la casona que tiene mi hermana con mi cuñado en las afueras de Buenos Aires, me tenían hastiada. De repente se me ocurrió escribir en una página de citas de la web: "Me llamo Yenny y tengo 35 años". En hobbies puse que me encantaba coleccionar ropa de varias épocas. Me fascina la ropa interior femenina y me vuelve loca cuando me miran cuando estoy desnuda con tangas y corpiños. Soy muy bonita. Un poco grande para estar sin pareja pero no ando apurada. Me gustan mucho los hombres y siempre necesito que me hagan cariño, por eso tuve muchos machos que me cogieron todo el tiempo. Cuando conozco algún chico que no me hace nada, rápidamente lo descarto. Hay muchos hombres que matarían por mi cuerpo y saborear mi sexo, aunque hay otros que... mejor perderlos. Luego de días de tener la regla me dio muchas ganas de que me hagan el amor. Fue allí que decidí tirármele a mi cuñado aprovechando que mi linda hermanita estaba fuera de la ciudad haciendo trámites del divorcio con su marido anterior. Ella iba a cobrar una buena tajada del dinero que tenía el papá de mis sobrinos. Ese guanaco era un empresario bien acaudalado que también había tenido una historia conmigo. La cuestión era que mi lindo cuñadito quedó solo en casa y yo estaba solita en mi habitación. La verdad es que le tenía muchas ganas y él también a mí y me daba cuenta porque siempre le gustaba mirarme el culo y no lo culpo. Tenía unas lindas lomas. Era viernes a la noche y ...
... Germán pidió unas pizzas para cenar. Me llamó para comer y yo baje al living comedor. Ambos nos sentamos uno frente al otro, él me miraba todo el tiempo. Me había puesto una remera ajustada con un buen escote para que se me vean bien las tetas. Ger comía un bocado de su porción y me miraba a los ojos y yo le sonreía, comía otro y me miraba las tetas y así estuvimos durante toda la cena. Hablamos de algunos temas de actualidad y después de la sobremesa me fui a mi habitación. Mientras estaba escribiendo por whatsapp a una amiga sobre el bombón de mi cuñado, se me vinieron unas ganas intensas de que él me hiciera suya. Lo imaginaba tocándome toda mi entrepierna y manoseando mi culo. Comencé a tocarme despacio, metiéndome la mano por debajo de mi pantaloncito corto. La verdad era que ya no aguantaba más, me ardían mucho los labios de mi vagina. Ni dude en meterme uno de mis deditos dentro de mi húmeda y cálida cueva, pero desistí y saqué mis dedos de allí. Fui directamente a encáralo a él. Cuando bajé las escaleras lo encontré semidesnudo secándose el pelo, después de haberse dado un buen baño. ¡No podía creer que lo tenía cerca de mí y casi desnudo! Me preguntó: Germán: - ¿Pasó algo Rebeca? Yo: - Nada mi amor, es que me sentía solita. Germán: - ¿Mi amor? Pero así me dice tu hermana. Yo: - Bueno es que... siempre me gustaste Ger. German: - Y a mí me rompes la cabeza. Estás muy fuerte Rebeca. Después de semejante alago y sin mediar más palabras caminé hacia él y me fui hacia su ...