Me encanta el sexo (III: El Regreso)
Fecha: 04/05/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... situación dice que alguien va a tener que viajar sentado en las piernas de otro. Por ser la mas liviana y la última en subir, me sacrifiqué y me ubiqué en las rodillas de dos de los chicos que iban sentados atrás. Para ponerme mas cómoda, me recuesto en el pecho del chico que me llevaba en sus rodillas y siento perfectamente en mi culo y mi conchita la fuerza de la erección del chico. Le pregunto si no le duele que me siente sobre él y me dice que le gustaría acomodarse mejor. Por eso levanto mi culo un poco permitiendo que todos vean mis bombachas al abrir totalmente mis piernas. Él se acomoda y me siento nuevamente, pero me dice que le molesta un poco porque la tiene muy dura, igual que todos los demás. Yo me siento en el cielo, siete hombres con las pijas duras deseándome. Por eso le ayudo y la libero de su encierro y me sorprende lo larga y dura que es..., entonces le digo que se quede quieto que yo me voy a acomodar para que no le duela. En eso veo que dos más ya han sacado las pijas para afuera y están masturbándose lentamente. Eso me anima y me quito la bombacha al tiempo que los otros me quitan la solera y me dejan desnuda. Me meten mano por todos lados y yo lentamente me acomodo la pija del chico en mi culito y lentamente me voy sentando hasta que siento que la tengo toda adentro. Los demás quieren participar pero estamos muy apretados por lo que les digo que se tranquilicen que el viaje es largo y comienzo a cabalgar sentada en esa larga y dura pija durante unos ...
... tres minutos hasta que siento que se descarga totalmente dentro mío al tiempo que tira con fuerza de mis tetas a tal punto que tengo miedo que me dañe. Me desclavan de este chico y me dejan caer encima de otra pija, igual de dura pero mucho mas gruesa que se me clava también en mi dilatado culito.... Le pido a Alberto para detenernos en la ruta y a los pocos kilómetros lo hacemos. Tiramos varios sobres de dormir en el pasto y solamente con la luz de la luna como cómplice, me entrego a mis siete machos que mi hacen de todo. Me cogen como una perra, en cuatro patas, mientras me hacen chupar una pija. Me sientan en una pija y me ponen otra en el culo, me la sacan del culo y me ponen dos pijas en la concha, me ponen una pija en la boca y me llenan la boca de leche. Después me ponen dos pijas en el culo y vacían en él sus testículos. Ya no puedo más y se los digo. Les digo que basta pero no me hacen ningún caso, me pongo a llorar y a gritar porque realmente me duele. Entonces uno de ellos me pega una cachetada con tanta fuerza que me sangra la nariz. Eso los excita mucho más y cuando Alberto quiere reaccionar, lo agarran y lo atan. Realmente esa situación me da mucho miedo, y sentirme indefensa me hace acabar en medio de gritos y espasmos. Todos se ríen y nuevamente me dan pija por todos lados, turnándose para acabarse en mi culo, concha y boca. Cuatro horas después, y como veinte orgasmos, me siento realmente destruida, no puedo más, ellos tampoco, pero me dicen que van a desatar a ...