Destino equivocado
Fecha: 05/05/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Dany, Fuente: CuentoRelatos
... decidió que dejaría para después la elección del título de su película imaginaria. ―Qué le parece si nos tratamos de tú… ―sugirió Marisol. ―Me parece muy bien ―alcanzó a decir Joaquín al tiempo que su mente salía de sus fantasías. Esta situación le hizo entrar en más confianza, y Marisol aprovechó para preguntarle, no sin cierta picardía bromista: ―Joaquín… ―¿Sí? ―Me preguntaba si ya no has tenido otro sueño tan placentero como el que tuviste en el avión. Joaquín comenzó a sonrojarse visiblemente, mientras Marisol hacía un gran esfuerzo para no sonreírse. Pero en ese instante, el camarero llegó en auxilio de Joaquín llevando las viandas del desayuno. Lo cual le sirvió a él para llevar la conversación por otros derroteros. ―Y cómo planeas hacer el recorrido turístico que me propones. ―Eso no es ningún problema, podemos llamar un taxi, o un microbús de turismo y nos van a dar un recorrido que durará tanto cómo la cantidad de dólares o euros que paguemos. ―Me imagino que para hacer un recorrido que de verdad valga la pena, en el cual podamos detenernos en cada sitio que nos llame la atención, debe ser bastante caro. ―Sí, definitivamente… de manera que te propongo lo siguiente: ―Cuál es tu propuesta… ―Vamos en “tuk tuk”… ―¿Qué demonios es eso? ―No te asustes, es algo así como un triciclo grande con motor de moto. Nos vamos a sentir como si estuviéramos dentro de una licuadora, pero vamos a disfrutar al máximo nuestra estadía. ―Vaya esta aventura comienza a gustarme cada vez ...
... más. ―Ya verás que no te vas a arrepentir de haberte quedado aquí. ―Con estar aquí contigo ya es imposible que me pueda arrepentir. La chica sonrió un tanto maliciosamente al escuchar el piropo, y un cierto cosquilleo se deslizó por su columna vertebral. Unos minutos después el desayuno había finalizado, y el mesero comenzó a recoger los platos mientras Marisol y Joaquín se retiraban, cada uno a su habitación, a prepararse para la aventura que estaban a punto de emprender. Después de algo así como una media hora se encontraron en el pasillo que conectaba las entradas a las habitaciones de ambos, y juntos bajaron por las escaleras decididos a disfrutar el día. ―Por lo que puedo entender ―dijo Joaquín mientras salían por la puerta del hotel―, tú ya has estado antes aquí. ―Sí, el año pasado. Por un problema en la programación del personal, me vi obligada a quedarme cuatro días en Guatemala y, como compensación, la compañía me pago el viaje y la estadía aquí en Antigua. Viéndolo bien, fueron únicamente dos días completos; los otros dos, como comprenderás, los empleé en los viajes de venida del aeropuerto y regreso al mismo. ―Bueno, como quiera que sea, jamás hubiera imaginado tener una guía turística tan bella. La chica volvió a sonreír. Cuando ya habían recorrido un par de cuadras, un “tuk tuk” casi les salió al encuentro, le indicaron que se detuviera, lo abordaron, y sin más Marisol le indicó que fueran al Terrado: una finca de café muy grande, donde se hacía un recorrido en el ...