1. Juegos en altamar con la hermana de Rafa


    Fecha: 05/05/2018, Categorías: Lesbianas Erotismo y Amor Autor: Margaryt, Fuente: CuentoRelatos

    ... El viernes por la tarde me recogió de mi casa y, al marcharme, le dije adiós con la mano a mi Madre desde el coche. El beso de reconciliación con Rafa fue tan exagerado por su parte que me humedeció hasta la barbilla, hasta lametones me daba "el Rafa". A las siete de la tarde el yate zarpó del puerto deportivo; navegaríamos por altamar hasta atracar el domingo por la mañana en Puerto Banus (Marbella); y regresar el lunes. Sus padres son un primor, da gusto estar con ellos, su elegancia es amable. Su madre es de estas mujeres que de tan cariñosas que son se hacen algo pesadas, pero me reconfortaba su cariño. Su padre se presentó a mí vestido con su traje azul marino de botones cruzados, dijo: —Jovencita, siéntase usted como en su casa, "y no dude en pedir lo que necesite". Rafa es muy buen chico, seguro que usted también. —Muchas gracias señor, pero no me llame de usted, que solo tengo veintitrés años —dije con humildad. —De acuerdo, como quieras Margarita —y me dio dos besos de manera muy cortés. Nada más embarcar me sentí a gusto, el barco era una preciosidad: Madera natural y acero inoxidable, todo muy limpio. Después de presentarme Rafa a sus padres, su hermana Marisa subió a cubierta desde los camarotes y se acercó para saludarme. La primera vez que se cruzaron nuestras miradas, sus dos grandes ojazos marrones parpadearon velozmente al cruzarse con la mirada de mis claros ojos verdes. Sus mejillas se sonrojaron visiblemente, luego su mirada se posó en la minifalda que yo ...
    ... llevaba, y en mis muslos. Apartó la mirada y se aproximó, besándome en la mejilla, qué suave era la piel de su rostro, olía a un perfume muy dulce, que me gustó. Soy muy moderna, bastante, pero en el vestir soy entre clásica, individualista y sensual. Me gusta llevar minifalda, siempre con braguitas limpias y de marca; "por si el viento desvela mi cuerpo" clarito y cubierto de pecas pequeñitas. No es porque se vuelve a llevar esa prenda; yo uso minifalda desde hace años, se lleve o no se lleve; ¡y porqué no decirlo!, me encanta que me miren al andar, tanto hombres como mujeres, "soy muy coqueta y me gusta ser así". El parpadeo de Marisa y su rubor al mirarnos, la delataron ante mi experiencia y para mí no había duda; yo le gustaba. No sabía en cambio, si ella había salido con chicas o solo tenía deseos ocultos, pero me daba igual; lo intentaría. Me gustaba todo de ella, su precioso culo, su cintura delgada y sus muslos morenos. Su cabello color castaño oscuro, liso y cortado a la altura de los hombros era una delicia; pero lo que más me gustaba de Marisa era su mirada dulce y tímida a la vez. Observándola a ella sentí como mi sexo se empapaba mojando mis braguitas de marca. Después de zarpar el barco, bajé mis cosas al camarote de Marisa; "un chasco", en su camarote había dos camas, a ambos lados, así que pensé que se me había "aguado la fiesta". Hablamos todos en cubierta, los cuatro, los padres de Rafa, su hermana y yo. Rafa estuvo igual de simpático que siempre, nos hacía ...
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