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las reconpensas despues del infierno.
Fecha: 24/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Semperexitad, Fuente: SexoSinTabues
... —pensó mi hermana. Ahí si me atragante con mi filete y tuve que tomar un poco de agua para pasar el bocado. Tal vez era el premio por el infierno que había sufrido. — “claro que te gusta, te encanta” —pensé. Mi hermana se encogió de hombros y se sirvió el filete. Después de la cena casi no pude dormir, no me lo podía creer… ahora solo me preguntaba ¿Qué era capaz de hacer? Al día siguiente mis hermanas se fueron a la escuela de la cual me habían dado de baja por faltar cinco semanas (como si me hubiera ido de vacaciones). Asi que tendría que quedarme en casa hasta que encontrara una nueva escuela. Yo ya estaba desayunando cuando mi mama bajo con su cabello rubio suelto y recién cepillado llevaba una bata que le llegaba hasta los pies lo cual me desanimo porque estaba esperando ver su delicioso trasero. Pero en eso recordé lo que yo podía hacer. — “tengo que ir por jamón, huevos, y casi ya no hay mantequilla” —pensó mi madre viendo la nevera. — “lo que tendrías que hacer es quitarte esa bata, hace calor y de seguro tu hijo quiere verte las bragas” —aconseje. — “Noo, eso no estaría bien, es mi hijo y debe haber pudor entre nosotros” —pensó mi madre pero no me preocupe, mi hermana también se había resistido un momento. Y después había accedido. — “claro que estaría bien, aparte tu lo deseas profundamente, vamos quítate la bata” —aconseje. Entonces me di cuenta del secreto. Tenias que decirlo como si la persona que estabas controlando realmente deseara con toda su alma aquello ...
... que le estabas “aconsejando” hacer. Funciono, mi madre se quito la bata y quedo en un conjunto rojo, que lucía genial su trasero paradito y sus dos grandes melones. El tanga no era tan pequeño pero era muy sexy, al sostén le costaba trabajo mantener esos pechos en su lugar por lo grandes que eran. Se quedo viendo hacia la nada por unos cinco segundos como si no recordara porque se había quitado la bata… pero entonces decidí que tendría que lanzarle un “consejo” tras otro a su mente para que no saliera del trance en el que se mantenía. Asi que empecé la fiesta. — “acércate a nico” —aconseje. Aunque se le veía dudosa mi madre avanzo lentamente. Su expresión era enigmática como si su mente estuviera en plena guerra civil. Quedo tan cerca que podía oler su perfume a jazmín. — “siéntate en sus piernas” —aconseje. Mi madre no dio señal de moverse. — “no… eso no estaría nada bien. Es mi hijo” —pensó mi madre. Y entonces paso algo raro. Fue como si por un momento sintiera la confusión de mi madre dentro de mi cabeza como si ahora el mango de la sartén lo tuviera ella. afortunadamente solo fue un momento. Pero gracias a eso pude ver como controlarla completamente. Ahora sabía que la cabeza de mi madre funcionaba como un reloj con muchos engranajes. Y que mi habilidad me daba las herramientas para ser el mecánico y poder cambiar cada engranaje. En cuestión mi error había sido tratar de meter engranajes a la fuerza, si bien podía dar pequeñas ordenes insignificantes y ella las obedecía, ...