1. las reconpensas despues del infierno.


    Fecha: 24/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Semperexitad, Fuente: SexoSinTabues

    ... no podía meter rasgos que fueran tan ajenos a su personalidad sin antes desmantelar su propia forma de ser. Lo que tenía que hacer era cambiar los que ya habían por los que yo preferiría. Era como programar un robot. Entonces lo primero era lo primero. — “siéntate en la silla” —aconseje y ella obedeció. Ahora sería mi turno de ver hasta qué punto podía controlar mis habilidades. Me senté en la silla de enfrente y entre en su mente. Fue una sensación de lo más extraña, era como ser un espíritu sabes que estas consiente pero no estás de forma física, no te sientes materializado ni real. Estar dentro era interesante porque al fin veía algunos secretos de mi madre como por ejemplo por que no le gustaban los perros y la razón era porque cuando tenía siete años un perro casi le había arrancado el brazo. Era como ver cientos de miles de videos de youtube al mismo tiempo. Después de buscar un buen tiempo encontré lo que buscaba su “sentido del pudor”. Pensé en desecharlo de raíz pero me imagine a mi madre dejándose ver y tocar por todos los hombres con los que se topara y entonces fue cuando cambie de opinión. Solo tenía que alterarlo de tal forma que solo se mostrara desnuda frente a mí. Que solo se dejara tocar por mí. Después de unas breves visitas al sentido del deseo y de modificar su definición de antinatural por fin Salí. Después de todo ese trabajo pensé en cobrármelo de lo lindo. Mi madre se paro y me sonrió pícaramente y entonces le dije que tenía un culo fantástico. — ...
    ... ¿enserio lo crees cariño? —dijo. Sonrojándose. — Definitivamente —dije — estas buenísima Ella sonrió y se volteo hacia la ventana pero en eso se bajo la tanga dejándome ver su preciosa vulva. Estaba depilada como la de una niña. — Si tanto te gusta mas vale que te de una vista completa. —dijo llevándose una mano a la vagina y fue entonces que supe que había funcionado… había convertido a mi madre en una puta lujuriosa. Ya no tendría que aconsejarla ahora ella lo haría por voluntad. Me acerque junto a ella y le toque una teta… primero suave y después violenta hasta que ella comenzó a gemir. Ella se seguía tocando la concha. — Si dale… hijo vamos —dijo mientras llevaba una de mis manos a su entrepierna— vamos hijo se que después de quince años estarás ansioso de volver. Esas palabras me detonaron, me saque la verga y puse a mi madre contra la mesa de la cocina… se la metí de un solo golpe y ella soltó un gemido de placer. —ahaaaaa si… si… dale. Mas rápido MAS!!! —Gemía mi madre. — ¡ cógeme como una puta! Yo le estaba dando como si se me fuera la vida en ello… por fin estaba cumpliendo mi sueño de tirarme a mi madre. Entonces le comencé a besar la espalda y morder las orejas hasta que pase a tirar de su cabellera rubia mientras ella gritaba de placer. Hasta que los dos nos vinimos al mismo tiempo. —Aaaaaaaaaa!!!! —grito mi madre con tal potencia que se debió haber escuchado hasta las afueras del vecindario. Saque mi verga de su concha la cual goteaba de líquido vaginal y semen. Ella ...