Atacada por "La Serpiente"
Fecha: 10/05/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Sexo Duro
Tabú
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... sobre mis nalgas desnudas. Era una verdadera serpiente, no había exagerado en nada. Me iba a destrozar el trasero si intentaba metérmela por atrás...De repente sacó sus dedos de mi vagina y apuntó la enorme cabeza de su pija entre mis dilatados labios vaginales, comenzando a empujar sin piedad hacia adelante.“Te gusta cómo va entrando “La Serpiente”, perrita…? Me preguntó riendo.“Hijo de mil putas, me estás matando… me duele…” Lloriqueé inútilmente.“Estás realmente muy estrecha… tu marido no te coge muy seguido.”Ya con la primera embestida, “La Serpiente” había entrado hasta la mitad en mi concha. Con mis brazos me arqueaba y trataba de zafarme de él, pero solamente lograba que yo misma fuera empalándome cada vez más y más en esa tremenda verga inconmensurable…El muy bruto intentaba seguir entrando más, arremetiendo con más potencia, sin darse cuenta de que mi vagina ya no soportaba más adentro.“Basta por favor!... te lo pido, me vas a destrozar la concha…” Gemía yo.Así con la espalda arqueada como estaba, “La Serpiente” me aferró por las tetas, pellizcando mis pezones erectos mientras intentaba penetrarme más profundo; haciendo caso omiso de mis ruegos y llanto.Entonces se quedó unos instantes quieto, permitiendo que mi vagina se adaptara a ese tremendo tamaño de verga. Luego me aferró por las caderas y comenzó a bombearme muy despacio, sintiendo que mis paredes vaginales ...
... acariciaban esa gruesa serpiente que me llenaba…De repente soltó las esposas del respaldar de la cama y volvió a asegurar con ellas mis muñecas. Empujó su verga hasta mi cérvix, arrancándome un alarido de dolor desde el fondo de mis pulmones.Entonces me tomó por la cintura y me levantó de la cama, quedando ambos de pie y me hizo apoyar mis manos esposadas contra la pared.Me hizo arquear la espalda otra vez, con la intención de clavarme todavía más a fondo. Me jaló los cabellos, me llamó “puta” y aprovechó mis fluidos naturales para lubricarse y hundirse hasta el fondo de mi dolorida concha…Comencé a rugir de dolor peor que nunca y entonces él me la sacó de un solo tirón. Me hizo girar y agachó su cabeza para meterla entre mis manos esposadas. Luego me levantó en vilo, me apoyó contra la pared y entonces la gravedad hizo su trabajo, ya que cada vez comencé a sentir su verga más adentro.Yo continué gritando sin control, hasta que él me tomó por las nalgas y me alivió un poco el dolor en mi concha, que me provocaba hundirme sobre su verga debido a mi propio peso.“Estás intentando salvar tu culito, perrita…? Me preguntó riendo.“Cómo podría hacerlo, hijo de puta…?” Pregunté entre sollozos.“Creo que no vas a poder…” Respondió ahora riéndose a carcajadas.Mientras sentía uno de sus gruesos dedos intentando atravesar mi estrecho esfínter, me pregunté cuánto más podría yo soportar esa pesadilla…