Enamorada de mi verga
Fecha: 15/05/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... besarle el estómago, el ombligo, subiendo hasta darle piquitos en los pezones, su excitación era mayor y la mía también. Me dijo: ¡no me haga esto por favor! Yo, simplemente, le tapé la boca con una mano, ella empezó a chuparme los dedos, mientras yo le besaba el pecho y con la otra mano le cogía el chocho por encima de la lycra. Me pegué a sus tetas y se las mamaba ambas, a intervalos, sus pezones estaban bien erectos. ¡Qué gran chocho! No me alcanzaba la mano para cubrirlo. Ella a su vez, comenzó a quitarme la camiseta que yo llevaba, no opuse resistencia. Yo ya estaba que estallaba. Así que procedí a quitarle la lycra muy ajustada que tenía. Pronto quedó frente a mí ese gran animal, con unos labios muy grandes en los bordes, abultados, esa cosa era más grande que mi cara. A pesar de su edad usaba una braguita blanca muy pequeña que le resaltaba más ese morro, y se veía señas de que estaba mojadita por encima del calzón. Yo no podía aguantarme las ganas de lanzarme a ese chochito y empezar a besarlo. Por los agujeritos de la braga salían los vellitos negros. A los lados también salían vellitos, aunque parecía recién depilada. Comencé a besarla desde las rodillas hacia arriba, muy lentamente, subiendo por esos grandes muslos que estaban hirviendo, como diciendo cómeme ya, cuando llegaba a su chochito, me detenía para husmear con mi nariz, el olor de su cosita mojada me llenaba de placer. La besé por los lados, levantando su braguita y metiendo la lengua. Yo saboreaba sus ...
... jugos vaginales, ella se retorcía de placer. No esperé más y le quité la braga. Se veía esa rajita húmeda y bien depilada. Le pase la lengua por la superficie, a lo cual se estremeció, y me apretó la cabeza contra su cuquita. Sin mas preámbulos, le abrí los labios vaginales con mi lengua y comencé a lamer, metiéndole la lengua aun más adentro, esos labios rosados y húmedos estaban sedientos de sexo, la puta estaba chorreando y se estremecía de placer, ni que se diga cuando llegué a su clítoris, arqueó su cuerpo sin poder aguantar la excitación, le agarré el culo con mis manos y la apreté más hacia mi boca. Con mis labios le apretaba el clítoris y se lo succionaba, al mismo tiempo, comencé a rozarle el culito con mis dedos, al principio, ella me apartaba los dedos de su culo pero por fin cedió. Lo lubriqué con su lechita caliente, hasta que le metí todo el dedo del corazón, la perra no sabía qué hacer, gemía, se retorcía y apretaba, con sus manos, mi cabeza contra su chocho, yo metía y sacaba el dedo en un movimiento, al principio lento, y luego muy rápido, no aguantó mucho y se vino en un orgasmo largo y lleno de jadeos y contracciones. Cuando terminó, me tuvo largo rato en esa misma posición, acariciándome el pelo, con mi cabeza metida en su concha. Me limpié la boca con una sábana y me puse de pié, ella, inmediatamente, me agarró de las caderas, me quitó los pantalones y empezó a besarme la verga por encima de la tanga que llevaba, no esperó mucho, y me la quitó con un ...