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Trío en el subte
Fecha: 16/05/2018, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... también a ella… Yo sentí que mi vagina se mojaba del todo.De mis pensamientos me sacó un pellizco que me propinó ese hombre. Mientras sus dedos acariciaban mis pezones, su otra mano muy despacio comenzó a deslizar mi tanga hacia abajo por mis muslos. La mujer ahora se mordía el labio inferior mientras no le quitaba la vista a mi tanga.Dejé escapar un largo suspiro al sentir sus dedos bajo mi tanga acariciándome hasta llegar a mis labios mayores. De pronto sentí que otros dedos se sumaban al del hombre. Era esa mujer quien me estaba tocando. Bajé la mirada y entonces pude ver que sus largos y delicados dedos entraban y salían de mis labios vaginales. Ella sabía cómo tocarme…Mi acosador por detrás me tenía fuera de mí. Quería escapar a su abrazo, pero por otro lado quería que me cogiera allí mismo, rodeados por toda esa gente que no había notado nada.El chico dejaba caer su aliento en mi nuca mientras yo iba a su encuentro con mi cabeza y empezaba a mover mis caderas acompañando sus movimientos pélvicos.De repente sentí la punta de su verga rozar mis labios muy húmedos ya por el accionar de la mujer. El tipo me mordía el cuello, pellizcaba mis pezones y ahora paseaba su mástil tieso entre los pliegues de mi concha enfebrecida. Sentía su vientre contra mis nalgas desnudas, hasta el momento en que él se retiró levemente. Apretó con suavidad mis tetas a la vez que apuntaba su glande a la entrada de mi vagina.Me di cuenta que mi propia mano ahora estaba a la altura de la ...
... entrepierna de la señora, rozándola. Ella lejos de escandalizarse me miró y abrió sus piernas en señal de aprobación. Poseída por la lujuria empecé a acariciar su labia por encima de su bombacha de algodón.En ese mismo momento sentí la embestida de mi amante desconocido desde atrás, penetrándome hasta el fondo; haciendo que mis piernas flaquearan y mi boca se abriera buscando aire.No pude gritar; los labios de esa mujer sellaron los míos, mientras mis dedos buscaban con desesperación entrar en su humedecida concha…Ella me besó profundamente y luego se separó de mí, pero dejó que mis dedos siguieran hurgando bien a fondo dentro de su vagina.Yo sentía que la verga del chico se abría paso dentro de mi cuerpo, llenándome totalmente. Comenzó a bombearme con suavidad, sujetándome por la cintura. Se retiraba y volvía a empujar, haciéndome sentir una y otra vez lo mismo que en la primera embestida.Mi dedo pulgar acariciaba el clítoris de esa mujer, que se había inclinado un poco para facilitarme las caricias. Las penetraciones desde atrás ahora eran cortas y muy seguidas; esas embestidas me volvían loca…En medio de mi propio orgasmo escuché que la mujer madura también gemía de placer bajo la presión de mis dedos en su concha. Eso hizo que mi placer se intensificara por la lujuria de ese momento. El gemido apagado de ella dio paso al mío contra el cristal de la ventana, empañándolo con mi aliento, mientras sentía explotar mi entrepierna atravesada por su verga…Suavemente acompañé sus últimas ...