Intercambio en mi cumpleaños
Fecha: 16/05/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: Mario, Fuente: CuentoRelatos
... patas sobre la cama y le dijo a Artur que la montara y que follara a su puta ardiente cuyo coño no podía aguantar más. Él la llamó putita de mis sueños y después de frotarle por toda la cara aquel inmenso miembro, que ahora lucía todo su esplendor, se colocó detrás suyo y con una mano la agarró abarcando sus pechos mientras con la cogió el cipote para dirigirlo a la ya chorreante entrada íntima de mi mujer. Me incorporé, me situé junto a ellos y con un gesto indiqué a Artur que se detuviera, al tiempo que agarrándole la polla con la mano me apresté a dirigirla con tiento y decisión hacia la vagina de ella, no soltándola hasta que se hubo introducido en su casi totalidad. Me aparté y volví a mi posición anterior para, junto a Esther, contemplar aquella escena. Follaron como posesos y se montaron en todas las posturas imaginables, se devoraron uno al otro hasta que las sacudidas de un orgasmo al unísono les dejaron derrumbados y jadeantes. Artur gritó mientras llenaba con su leche el coñito de Silvana, quien no cesaba de reclamarle todo el contenido de sus cojones. Me pusieron otra vez caliente y la polla empezaba a erguírseme otra vez. Esther ya tenía en su mano el miembro de su novio y lo masajeaba con suavidad y dulzura, mientras Silvana encendía un cigarrillo y me guiñaba el ojo sonriendo en señal de complicidad. Nos enviamos besos en el aire. Pero estábamos todos un poco exhaustos a consecuencia de los juegos amatorios, así que despachamos con bastante prontitud una ...
... botella de champagne mientras descansábamos. Artur dijo que desde que Esther se enteró de la fiesta prevista para hoy, hace unas dos semanas, no ha querido follar con él más que por el culo para tenerlo bien dispuesto para mí. Esther se ruborizó tímidamente dijo que en nuestro anterior encuentro se lo había pasado de puta madre y no recordaba nunca haberse sentido tan caliente. Había disfrutado sintiéndose como un objeto de placer entregándose completamente a nuestros placeres. Se había sentido la puta de los tres y aún se corría al recordarlo; y ahora quería sentir lo mismo, sólo que quería estar a mi merced, ser mi puta… Le previne que pretendía someterla a todos mis caprichos y que, para empezar, quería que comiera el culo a mi mujer hasta hacerla chillar de gusto. Quería oír a Silvana anunciar que sentía toda su lengua en su interior. Esther respondió "sí, amo" e introdujo la cara entre las nalgas de aquella, que ya se había puesto en posición para atender mi deseo. Ordené a Artur que hiciera lo mismo con su novia, aunque podía meterle también los dedos para ir abriéndola. Aquello era delicioso y me masturbaba lentamente mientras metía mano en todos los pliegues y prominencias que se ponían a mi alcance. Quise que Esther lamiera también el ano de Artur y así lo hizo. A continuación la agarré del cabello y tras llamarla todos los sinónimos de la palabra puta le dije que iba a mearme encima de ella. Su respuesta consistió en bajarse de la cama y ponerse de rodillas sobre el suelo ...