-
Mi mujer me enseñó el camino.
Fecha: 19/05/2018, Categorías: Dominación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... los deseos contenidos, porque el esposo sumiso rinde su voluntad a la de su mujer. La disciplina es una actividad muy saludable entre dos adultos comprometidos que se aman. También comentan lo impresionadas que quedarán las esposas del nivel de intimidad y amor que se alcanza dentro de una pareja que incorpore la disciplina regular en su relación. Si no lo crees, haz la prueba. Algunos esposos necesitan en su vida orden y disciplina para llegar a ser productivos. Los hombres ansían que la mujer que aman les discipline y, cuando sea necesario, les castigue. La disciplina es necesaria para la esposa dominante para entrenar adecuadamente a su esposo. Un hombre al que no se le discipline regularmente será, normalmente, un marido desobediente que se vuelve perezoso y centrado en sí mismo. El hombre necesita por naturaleza ser disciplinado por su esposa para así conseguir la felicidad para ambos. Otro aspecto de educación al marido es el control del orgasmo masculino. Principalmente esta teoría se basa en lo siguiente: Las esposas que adoptan la dominación femenina han descubierto que si dominan a su marido en el dormitorio normalmente resulta ...
... fácil controlarle fuera de él. El hombre dominado en el dormitorio desarrolla habitualmente una mentalidad "si querida" y está ansioso por servir a la amorosa autoridad femenina. Porqué están tan ansiosos por servir los maridos dominados en una palabra, pasión. Hay un inconveniente en esa corriente de servir a su esposa dominante, y es el orgasmo masculino. Después del orgasmo el hombre se vuelve perezoso. Muchas esposas han descubierto que si a su marido se le niega el orgasmo y se le controlan sus eyaculaciones se vuelve apasionado y productivo, mientras que un esposo satisfecho sexualmente es decir que se la está meneando todo el día a su antojo es un hombre perezoso. Por ello, muchas esposas se han apuntado a la práctica de la negación del orgasmo masculino con la jaula y a que no se masturben sin permiso para controlar la cantidad de orgasmos que tienen. Eso le mantiene en un estado de sumisión y atención realzado. A los hombres les encanta ser dominados sexualmente por su mujer y ha sido descrito como "cielo en la tierra". Cuando una esposa "doma a la bestia", el fruto último es un marido amoroso, apasionado y ansioso de servirla.