1. Desafío de galaxias (capitulo 44)


    Fecha: 19/05/2018, Categorías: Grandes Series, Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... —respondió Marisol llenado el vasito y dando el trago y poniendo cara rara—. Creo que también lo usan para desatascar cañerías. —¡Con toda seguridad! —añadió el presidente dando otro trago. Después, mirándola fijamente—. Un día de estos, te voy a ahogar y no vas a tener a ningún canciller que te salve. —¿Y con quien se va a cabrear entonces? —¡Ay hija! En el parlamento tengo candidatos de sobra, —la rodeo el cuello con el brazo, mientras con la otra mano hacia que la pegaba un par de collejas—. Pero no tienes razón, y eres una puta cabezona. —Eso es algo que usted sabe hace muchos años. —¡Sí! Y debo de ser masoquista. Y dile a tu sargento que cuándo yo este por aquí, llene la petaca con algo mejor. Y si lo hacen clandestinamente, ¿cómo es que tú lo sabes? —Marisol se hecho a reír y no contestó. —Señor presidente, mi señora, —dijo Hirell después de aproximarse a ellos—. Quiero pedirles disculpas por haberles gritado… —¡Venga Hirell! No digas bobadas, —exclamó Marisol—. Deberíamos ser nosotros los que pidiéramos disculpas. —Además Hirell, en ocasiones, necesitamos que alguien nos de una patada en el trasero. —A unos más que a otros, pero si, es cierto. —No empieces Marisol, no empieces. Las horas pasaban inexorables y Marisol trabajaba incansable en su despacho con varias tabletas y un mapa holográfico y la ayuda de Sarita. En una esquina de la habitación, el presidente y su secretaria, trabajaban en la mesa auxiliar que en ocasiones ocupaban Marión y Anahis cuándo ...
    ... despachaban con ella. —Mi señora, —dijo Hirell entrando en el despacho—. Seguimos sin noticias de las patrulleras, y ya no espero que aparezcan. —Eso creo yo también, —respondió Marisol recostándose en la butaca—. ¿Cuánto llevan de retraso? —Una hora mi señora. Además, ya se ha sobrepasado el tiempo en que las naves federales del enemigo tenían que haber llegado a Nar. —Ya lo esperaba. La cosa está clara: es hora de tomar decisiones. Hirell, llama a Marión y Anahis y venid todos al despacho. —Ahora mismo mi señora. —¿Qué ocurre con esas patrulleras, Marisol? —preguntó el presidente. —Que hemos perdido siete patrulleras que tenían orden de saltar, mirar y volver cagando hostias. Eso es porque no han tenido la más mínima oportunidad de regresar, y eso, solo es posible si se han encontrado con una presencia enemiga abrumadora. —Entiendo, —dijo con resignación mientras todos entraban en el despacho y cerraban la puerta. —Señor presidente, necesito una orden de nombramiento temporal como general para la canciller Aunie, —y ante su cara de extrañeza, añadió—: todo el estado mayor de Esteban está todavía en Magallanes y como se puede imaginar, están muy ocupados. Necesito alguien con los cojones necesarios para coger las riendas. Déjeme cursar las ordenes, ahora lo entenderá. —De acuerdo, —el presidente se inclinó hacia su secretaria y cuchichearon mientras ella escribía. —Muy bien chicos, no podemos esperar más y los planes de contingencia que esbozamos en la última reunión, en la situación ...
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