-
Víctor, el futuro médico - 1° parte
Fecha: 22/05/2018, Categorías: Gays Masturbación Voyerismo Autor: saskatchewan, Fuente: xHamster
... donde estaba sentado, corrió mi mano que estaba sobre mi verga y fue su mano la que ocupo ese lugar. Me empezó a franelear muy despacio y mi verga se enloquecía cada vez más. Sentía como latía dentro de mi slip. Recordé mi experiencia en el subte de hacía unos años atrás y se me puso como una roca. Él se percató de la dureza y me ordeno:- “Sácala. Quiero sentir su calor y sus pulsaciones.”- “Estas loco. Nos pueden ver. Los milicos de este país persiguen a los putos y maricones.”- “Me encantaría poder tocártela.”- “Lo estás haciendo.”- “Sí. Pero quiero sentirla con la palma de mi mano, no a través de la tela de tu pantalón.”- “Se me está haciendo la hora de irme. Vamos hacia la salida y vemos si podemos hacer algo en los baños públicos.”Caminamos hacia la salida de Plaza Italia y divisamos los baños a lo lejos. Yo me tapaba con mi cuaderno porque tenía una erección bestial. Llegamos. El lugar para orinar era contra una pared con agua que chorreaba por la misma. Verificamos entre los dos que estábamos solos y entonces extraigo de su prisión a mi verga que dura como estaba apuntaba al techo. Inmediatamente Víctor la toma con su mano derecha y me comienza a realizar una preciosa paja sin prisa pero sin pausa. Con su mano izquierda baja su cierre, saca su pija (que también estaba dura) y comienza a ...
... pajearse. Víctor con dos vergas, una en cada mano, comenzó a acelerar el ritmo de ambas pajas. Él acabó primero y yo unos segundos después. El agua se llevó nuestras leches. Sin soltarme en ningún momento la pija, Víctor guardo la suya y decide agacharse y beberse la última gota que rezumaba mi verga. Le da un tierno beso al glande y me ayuda a guardarla dentro del pantalón.Una vez afuera me dice que se iría a su casa, entonces decido acompañarlo en parte del recorrido, ya a que el colectivo de la línea 29 lo podría tomar tanto en Plaza Italia, como así también en Pacífico. En el trayecto intercambiamos los números de teléfono (de red, no existían los celulares) y le propuse volver a encontrarnos al día siguiente. Allí me enteré que solo podrían ser los lunes, miércoles y viernes, ya que eran los días en que hacía la guardia en el Hospital Fernández por las mañanas y luego tenía las tardes libres. Los martes y jueves se pasaba todo el día en la Facultad de Medicina. Cuando llegó a Av. Santa Fe y Av. Bullrich nos separamos. Intente darle un beso en la mejilla (costumbre que entre los hombres comenzó en los años de la dictadura) que Víctor rechazó y me ofreció su mano. Nos dimos un apretón de manos y nos despedimos hasta pasado mañana viernes.(Continua en: “Víctor, el futuro médico - 2° parte”)