1. Abi y su familia


    Fecha: 23/05/2018, Categorías: Incesto Autor: kiko, Fuente: CuentoRelatos

    Agosto de 1979. En una aldea de Galicia... Abi, una morenita de 19 años, de pequeñas tetas, delgadita, de 1.56 de estatura, pecosa, de ojos negros, cabello castaño y largo y guapita, estaba tomando la siesta en su habitación, desnuda, boca abajo sobre la cama con su culito respingón en pompa. Su hermano Antolín, un año menor, delgado, moreno, y feote, en la puerta de la habitación, que estaba abierta, se meneaba su larga y gorda verga mirándole para aquel precioso culo. Abí, con la cabeza de lado y los ojos entornados, veía como su hermano se la machacaba. Su coño, mojado, le estaba latiendo. Se dio la vuelta, abrió las piernas, encogió las rodillas, puso una mano en la nuca, metió el dedo pulgar de la otra mano en la boca y con la cabeza ladeada a la izquierda, lo chupó. Quería provocar a su hermano para que se metiese en la cama con ella. Antolín vio aquel coño rodeado de una pequeña mata de pelo castaño, aquellas tetitas puntiagudas, con sus grandes areolas negras, sus pezones de punta y el pelo de sus sobacos y un chorro de leche salió disparado de su polla. Antolín, con la excitación no había oído llegar del río a su madre. Cuando la vio ya estaba a su lado mirando como la leche le salía de su gran verga. Serafina, una mujer de la altura de su hija, delgada, de grandes ojos negros, morena, de treinta y nueve años, guapa, de pelo negro, con grandes caderas y con tremendos melones, al ver lo que estaba mirando su hijo, sin decir palabra, levantó una mano y hizo amago de ...
    ... darle. Antolín, guardando la verga, puso pies en polvorosa. Serafina se quedó mirando a su hija. Abi vio como la lengua de su madre humedecía los labios, como los mordía mirando para ella y como su mano derecha tocaba el coño por encima del vestido. Abi, deseó que aquella lengua le lamiese su coño empapado. Tan pronto como se fuese su madre iba a hacer una paja tan inmensa que iba a pintar alguna de las paredes con los chorros de su corrida. El coño se le empezó a abrir y cerrar al ver a su madre acercarse a la cama. Le dejó de latir cuando le tocó en un hombro y le dijo: -Arriba que hay que ir a buscar un carro de hierba. Por la noche, Serafina (leyendo una carta), su hija y su hijo, estaban sentados a la mesa de la cocina. Le preguntó Antolín a su madre: -¿Qué dice papá? Serafina no estaba para preguntas. -¡Que no se espía a la gente! Antolin, bajó la cabeza. Abi, haciéndose la tonta, le preguntó a su madre: -¿Te estuvo espiando? -Olvídalo. Es algo que no va contigo. Abi, sabía que iba con ella, pero le preguntó lo mismo que le había preguntado su hermano: -¿Qué dice papá? -Que este año tampoco viene de vacaciones. Debe estar bien en Alemania con su querida. -A lo mejor no es cierto que se echó una querida. -¿Por qué iba a mentir Agustín? -Para follarte. Estás muy buena. Sabe que llevas más de un año sin follar y podría querer aprovecharse. Serafina, que se pusiera de muy mala leche al leer la carta, le dijo a su hija: -¡Me sobra un dedo para desahogarme! -Ya, pero él no lo ...
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